La Lucha
Lucha contra los representantes del pensamiento único,
contra el empobrecimiento continuado,
contra las conciencias acomodadas,
contra los que buscan apagar el pensamiento de los cerebros.
Lucha contra la ignorancia como fiesta nacional,
contra los que roban palabras para vaciarlas de significado,
contra los que importan la paz mientras exportan la guerra,
contra el ideal del bienestar.
Lucha contra la libertad condicional,
contra la deformación de la realidad,
contra el matadero financiero,
contra la desmemoria histórica.
Lucha contra los mismos de siempre con su más de lo mismo,
contra la ley de la selva humana,
contra la corrupción de la cabeza,
contra la perversión democrática.
Lucha contra los que recogen sin cosechar,
contra el que te rescata para hundirte,
contra la esclavitud asalariada,
contra la fábrica de la precariedad.
Lucha contra la violencia verbal, económica y cultural,
contra los caudillos mesiánicos,
contra la contaminación de las masas,
contra el voto sin voz.
Lucha contra los independentistas de sus propios intereses,
contra los soberanistas de su parcela,
contra los nacionalistas con cuentas en el extranjero,
contra el analfabetismo voluntario.
Lucha contra la promiscuidad de los mercados,
contra los comerciantes del dolor ajeno,
contra los que gritan y aplauden sin pensar,
contra las alambradas de púas.
Lucha contra el beneplácito sindicalista,
contra el silencio cómplice,
contra el privatizador de lo público,
contra la coalición entre honrados y corruptos.
La lucha es
contra el hombre
de destrucción masiva.