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La Religión Monoteísta Venezolana

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Resulta extraordinariamente irritante toparse con algun@s venezolan@s en el primer mundo, ansiosos de disfrutar lo que Venezuela les negó, bien en seguridad, bien en riqueza material, bien en poder vivir en una sociedad funcional y sin embargo no hacer el mínimo esfuerzo en renunciar a la religión monoteísta venezolana. Religión que en algunos de sus credos está en clara contraposición a los valores y las costumbres del país de acogida. Sin llegar a representar el peligro de un radical islamista, la imagen que da este venezolano sin embargo es la de un tipo con un pensamiento altamente marginal. Se puede no hablar bien el idioma del país en cuestión, o tener distintas costumbres, pero eso no impide tener una mentalidad un poco más abierta y civilizada lo cual sin duda facilitaría la integración. Integración que nunca disminuye a la persona, sino más bien la enriquece a pesar del chovinismo de algunos.

¿Y cuál es el credo de esa religión monoteísta?

Es en esta jaula invisible en donde se desenvuelve a sus anchas la mente del marginal globalizado venezolano que no es de extrañar tiende a agruparse y formar guetos con otros de mentalidad limítrofe. Cualquiera que le muestre al rey que está desnudo, que ha podido huir de un país marginalizado pero la marginalidad no ha salido de él,  es rápidamente despachado con alguna falacia. Y es así como, eventualmente, luego de varios años, a punta de ostracismo, oprobio y hasta desprecio (“nos tildan de sudacas”) porque hay que estar claros que gente con mentalidad marginal hay en todas partes, el monoteísta venezolano renuncia a su religión periférica, o al menos a algunos de sus credos, no necesariamente por convicción sino por conveniencia o necesidad. Basta ver como vuelven a sus andanzas cuando pueden, es decir cuando se van de visita a Venezuela. Y es que se pueden adquirir bienes materiales, seguridad y mostrar cierta integración funcional pero la libertad de espíritu, ¡ah la libertad!, eso sí es muchísimo más difícil de lograr y mantener. Porque de eso es lo que se trata al final. Las jaulas más difíciles de escapar son las que son invisibles.

 

“For to be free is not merely to cast off one’s chains, but to live in a way that respects and enhances the freedom of others.”

Nelson Mandela

 

 

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