Eso que llaman bachaqueo

6
1271

He leído algunos comentarios, incluso artículos, responsabilizando al gobierno por el «bachaqueo» (quienes me leen de otros países y desconozcan el contexto socioeconómico de Venezuela, se le dice «bachaqueo» a la reventa informal de productos que están escasos a precios exhorbitantes). Desde luego las pésimas políticas gubernamentales para el control y distribución de los productos detona al «bachaqueo», pero es el componente ético de la sociedad y de cada individuo que la conforma, lo que sustenta este comportamiento.

No me gusta hacer comparaciones porque suelen ser odiosas, pero en este caso me daré esa licencia: En las salidas de las estaciones del metro de Tokio hay un lugar donde se encuentran paraguas públicos, de modo que si está lloviendo cada quien agarra un paraguas libremente y se lo lleva, y al regresar a la estación coloca el paraguas en su puesto nuevamente. En Amsterdam hay bicicletas públicas, que se pueden tomar libremente y dejarlas en el lugar destinado para ellas. En youtube se puede encontrar un video donde un hombre hizo un experimento social en Dubai: dejaba caer una billetera en algunas calles y dentro de centros comerciales, en todos los casos nadie se la tomaba, sino más bien le avisaban que se le había caído, o incluso la recogían del suelo para entregársela en las manos.

Podría asegurar firmemente que de hacer cosas similares en Venezuela, los paraguas públicos los venderían en las afueras de las estaciones del metro a un buen precio, y más caros si está lloviendo; las bicicletas públicas no existirían sino que fueran revendidas; no sería necesario que la billetera caiga al suelo para que desaparezca, y más en Caracas.

Con esto no quiero decir que aquellas sociedades sean paraísos terrenales, en Tokio es altísimo el índice de suicidios en jóvenes, en Amsterdam es preocupante los niveles de violencia y vandalismo por parte de los fanáticos del fútbol, Dubai es una de las mecas de la mafia del medio oriente; pero en cuanto a los ejemplos anteriores, es evidente la diferencia significativa entre aquellas sociedades y la nuestra.

El fenómeno y origen del «bachaqueo» es mucho más complejo y profundo que una mala praxis de políticas gubernamentales, sino que está arraigado profundamente en las mentes de cada uno de los individuos.

Artículo anteriorLo que no me gusta de Lorenzo Mendoza
Artículo siguientevirginal tesoro
Mido un metro setenta y cinco. Tengo una docena de libros. En mi cuarto hay un altarcito con un Buda. Me gusta el color azul. A veces me despierto alunado. Prefiero los gatos a los perros, porque no existen gatos policías. Soy de acuario, pelo negro. No colecciono nada, guardo la ropa ordenada. Me aburro en las fiestas y soy de pocos amigos. Tengo los ojos color café tostao. Dicen que soy bueno, aunque no sea bautizado, y aún no me llevan las brujas. Nací a las siete y media de la mañana. No creo en ovnis ni en zombies (pero de que vuelan, vuelan). Uso prendas talla "m". Prefiero quedarme en silencio. Duermo del lado derecho y con franela si hace frío. De la vida yo me río, porque no saldré vivo de ella. No uso saco ni corbata, ni me gusta el protocolo. Estoy en buena compañía, pero sé cuidarme solo. No me complico mucho, no me estanco, el que quiera celeste, que mezcle azul y blanco. No tengo adicciones, mas que de leer y estar solo. Antes creía que no tenía miedos, hasta que vi la muerte a milímetros. No me creo ningún macho y soy abstemio, aunque si hay una buena compañía y un vinito se me olvida esto último. Prefiero más a los animales que a la gente. No tengo abolengo y dudo mucho que tendré herencia. Tengo una rodilla que a veces me fastidia. Tengo cosquillas, no las diré hasta que las descubras. No traiciono a mis principios, que son cinco. Me gusta ser muy sincero, por eso no hablo mucho. (Inspirado en una canción del Cuarteto de Nos)

6 Comentarios

  1. Los paraguas los vendían los buhoneros en días lluviosos desde hace años a la salida de la estación Petare.SI hay una necesidad habrá quien la supla. Así de simple. Como dijiste las comparaciones son odiosas, sobre todo cuando comparas las economías de Holanda y Japón con la nuestra. Una diferencia sería que en esas economías los índices de escasez, desempleo e inflación han sido controlados por sus gobiernos desde hace tiempo. Cualquier trabajador, en esos países, puede comprar una bicicleta o un paraguas, así que si se pierden unas cuantas no pasa nada.
    El comercio informal ha sido el escape de presión al desempleo desde que tengo uso de razón.Nadie se escandalizaba cuando vendían ropa interior en las aceras, pero a medida que pasó el tiempo y los gobiernos – sí los gobiernos y sus políticas económicas – no resolvieron los asuntos de fondo (inflación y desempleo) el sector creció hasta llegar a otros límites. Ha sido el mismo problema con diferentes manifestaciones desde hace décadas.
    Y sí es responsabilidad de los gobiernos el resolverlos.

  2. Esa ética a la que te refieres, evoluciona de acuerdo al entorno. Y el entorno SI es responsabilidad de los gobiernos.

    Estoy totalmente de acuerdo con los argumentos dados por Puma aqui arriba acerca del poder adquisitivo, y añado que en los paises desarrollados hay muchas mas consecuencias por hacer actos no-éticos (mas Cámaras, mas policias, menos violencia generalizada que se concentran en pequeños actos, etc) y aunado a eso está la publicidad para meter miedo, como el de «hay cámaras, te estamos viendo» y eventualmente hasta lo cumplen y agarran a unos que otros, se vuelve noticia e inflinge mas miedo a la poblacion.

    Ese miedo modifica la ética, obliga a la sociedad a adaptarse a este entorno.
    El miedo aumenta las consecuencias de esos actos inmorales, y el tener un buen poder adquisitivo le quita beneficio a cometer dichos actos.

    Y recuerda que el gobierno SI es responsable por el entorno.

  3. Otro que está peleado con Darwin y cree que la moralidad y la ética están por encima de la capacidad de adaptación del ser humano.

    Antes que los legisladores religiosos instruyeran la ley divina (a punta de miedo, escarnio público y hasta la muerte) existía el bachaqueo en todas sus formas que no es otra cosa que otra manera de decir “lo ancho para mí, lo angosto para los demás”.

    Los gobiernos crean incentivos, vigilan, premian y castigan. Crean el ecosistema adecuado para que ciertas conductas prevalezcan. Fíjate donde está la causa y donde está la consecuencia aquí: primero se crea el ecosistema que no estará exento de debilidades y luego ciertas conductas se generan. No al revés.

    Muchos caen en el idealismo y piensan que ciertas culturas tienen más “interiorizada” las leyes y la ética que otras. La historia muestra una y otra vez que cuando no hay gobierno, o este es muy malo, o persigue los incentivos equivocados la sociedad se degrada. Algunas veces hasta colapsa. Sucedió en la “civilizada” Alemania.

    ¿Que el venezolano necesita hoy por hoy de una mano mucho más dura que la que necesita un noruego? Pues no lo pongo en duda pero es normal luego de años de anarquía y de viva-pepismo promovidos e incentivados por el gobierno. Pero esto no significa que el venezolano no pueda llegar a tener algún día “interiorizada” la ética y la ley como el mismo noruego. O un japonés o un holandés.

    Lamentablemente y con mucha razón el venezolano ha evolucionado con una idea vaga de lo que es un gobierno y es que éstos o han sido una cagada o han estado prácticamente ausentes, preocupados en cómo seguir capturando la mayor parte de la renta nacional en vez de gobernar. No confundamos las causas con las consecuencias y ciertamente no nos auto-flagelemos más de lo necesario. La culpa en su gran medida es de los gobiernos que hemos padecido, bien por sus obras u sus omisiones. La idiosincrasia que se ha generado es solo el síntoma de una larga suma de ceros.

  4. A mí lo que me sorprende es que justamente en los países donde se han aplicado sistemas de gobierno similares resulta que tienen el mismo esquema ético que el nuestro a pesar de las distancias y la cultura. Es increíble somos iguales a los de la RDA, URSS y a los del Chile de Allende.

  5. Sí, es posible que haya cometido un error en poner ejemplos sociales cuando quería hablar del individuo. A la política no le interesa el individuo, le interesa las masas, y las masas no tienen ética, las masas actúan con los instintos básicos, y por tanto las masas siempre necesitará de alguien que le dé garrotes para que vaya por el carril. El individuo no necesita de garrotes. Pero nadie hace a nadie individuo, el individuo se hace a sí mismo, sin depender de quién esté, si un rey, un dictador o un presidente, el individuo es individuo independientemente de lo que le rodea. Los individuos no entran dentro de las políticas de estado, no entran dentro de las estadísticas. Savater dijo que una característica que nos diferencia de los animales es la capacidad de elegir, creo que más bien los que eligen son los individuos, las masas, así sean humanas, no eligen por sí mismas, las masas son siempre dirigidas, y deben serlo. Ahora bien, volviendo al tema, un individuo elige ser bachaquero o no, independiente de las condiciones sociales que se impongan. Bajo una política como la nuestra, las masas serán bachaqueras, corruptas, «rolo e’ vivas»; pero los individuos pueden no serlo, a pesar de lo que impere en el entorno. Al individuo le importa un pito ser japonés, alemán o marroquí, es, y decide ser lo que quiera ser.

  6. No tiene nada que ver el componente ético de ninguna sociedad. El Bach aqueos ocurre en TODOS los países donde hay controles de precio de algún tipo. Con otros nombres se dispara la economía informal en todos los lugares del mundo con controles de precio, por ejemplo: en Nueva York los controles de alquileres han generado un mercado negro de alquileres y disminuido terriblemente la calidad de los apartamentos controlados porque lo dueño no tienen incentivo para atraer clientes si igual son extremadamente baratos. En España durante la era franquicia habían Bachaqueros que simplemente eran revendedores y que gracias a ellos habían muchos productos que no se podían conseguir de otra forma, siempre por culpa del gobierno
    La verdad es que en nuestro país, Venezuela, las personas pasan hambre y los sueldos no alcanzan por la extremadamente alta Inflación, las personas se quieren ganar la vida trabajando y revenden productos, que tu puedes decidir comprar o hacer la cola durante horas como ellos que los revenden hacen. El precio alto de los productos revendidos es el valor de hacer una cola que los que le compran prefieren no hacer (me incluyo) consecuencia de la escasez producida por el control de precios que impone el gobierno

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here