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Eso que llaman bachaqueo

He leído algunos comentarios, incluso artículos, responsabilizando al gobierno por el «bachaqueo» (quienes me leen de otros países y desconozcan el contexto socioeconómico de Venezuela, se le dice «bachaqueo» a la reventa informal de productos que están escasos a precios exhorbitantes). Desde luego las pésimas políticas gubernamentales para el control y distribución de los productos detona al «bachaqueo», pero es el componente ético de la sociedad y de cada individuo que la conforma, lo que sustenta este comportamiento.

No me gusta hacer comparaciones porque suelen ser odiosas, pero en este caso me daré esa licencia: En las salidas de las estaciones del metro de Tokio hay un lugar donde se encuentran paraguas públicos, de modo que si está lloviendo cada quien agarra un paraguas libremente y se lo lleva, y al regresar a la estación coloca el paraguas en su puesto nuevamente. En Amsterdam hay bicicletas públicas, que se pueden tomar libremente y dejarlas en el lugar destinado para ellas. En youtube se puede encontrar un video donde un hombre hizo un experimento social en Dubai: dejaba caer una billetera en algunas calles y dentro de centros comerciales, en todos los casos nadie se la tomaba, sino más bien le avisaban que se le había caído, o incluso la recogían del suelo para entregársela en las manos.

Podría asegurar firmemente que de hacer cosas similares en Venezuela, los paraguas públicos los venderían en las afueras de las estaciones del metro a un buen precio, y más caros si está lloviendo; las bicicletas públicas no existirían sino que fueran revendidas; no sería necesario que la billetera caiga al suelo para que desaparezca, y más en Caracas.

Con esto no quiero decir que aquellas sociedades sean paraísos terrenales, en Tokio es altísimo el índice de suicidios en jóvenes, en Amsterdam es preocupante los niveles de violencia y vandalismo por parte de los fanáticos del fútbol, Dubai es una de las mecas de la mafia del medio oriente; pero en cuanto a los ejemplos anteriores, es evidente la diferencia significativa entre aquellas sociedades y la nuestra.

El fenómeno y origen del «bachaqueo» es mucho más complejo y profundo que una mala praxis de políticas gubernamentales, sino que está arraigado profundamente en las mentes de cada uno de los individuos.

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