Se trata de evidencias y hechos guiando tu razonamiento, no de tus gustos tratando de manipular los hechos y evidencias.
Qué melancólica verdad aquella que muestra gente queriendo cambiar los hechos. No leen, ven, ni escuchan lo que se ha expuesto, sino que asumen sonidos, imágenes y textos que ellos quieren creer que se expusieron. No atienden lo que se expresó, sino que atienden lo que ellos suponen que fue expresado, pero los hechos, hechos son. La realidad es aquella que se nutre de las realidades, las cuales se manifiestan como naturalmente son, no como uno quisiera que fuesen.
Cuando la gente está cómoda en la deshonestidad intelectual, bañada por complejos y creencias, caprichos y errores de tradición, disfrutan ir esquivando, negando y tratando de manipular los hechos, difundiendo posturas equivocadas que pretenden vender «sabiduría», sin ningún respaldo ni parecido a ella. Es típico escuchar: «todo es relativo», «esa es tu opinión» o «es su cultura y debe respetarse», entre otras falacias típicas del pensamiento obsoleto y de atraso multiplicador, tan absurdo como dañino. Un ejemplo claro de la bajeza en el pensamiento, de la promoción de razonamientos pésimos, es sin duda, la creciente ola de jueces gritando un delito imaginario etiquetado como «islamofobia», lo que ha traído un desastre con tarjeta de impunidad. Por dar un ejemplo sencillo, tenemos el silencio frente a los daños del islam, solo por posar de muy «progresistas» y «tolerantes», siendo cómplices de salvajismo e inmoralidad. Además, si alguien le tiene miedo a ideologías terroristas, tiene evidentes razones, es terror, genios, no es un delito denunciar y oponerse a las barbaridades -vengan de dónde vengan- (el islam es una ideología religiosa, no una raza), y más si es una enfermiza postura de destrozar al que consideran enemigo, por ideas de fantasía y un ser imaginario, para dominar al mundo. Europa está siendo violada, y Europa lo está permitiendo, es que son tan progres. La intolerancia no debe tolerarse y el salvajismo no debe consentirse. Los hechos y las evidencias son motores de la realidad, y a ellas no les interesan sus opiniones sin fundamentos, ilusiones metafísicas, conspiranoia, y sabotajes con sus desatinos de relativismo…
Es bastante agotador tratar de dialogar con personas que dicen que «no hay verdades» o «no hay verdades absolutas», y cuando les respondes y muestras que SÍ las hay, repiten su mantra: «no hay verdades absolutas», sin darse cuenta que intentan exponer una verdad absoluta mientras lo niegan. Deliciosa ironía, pero más delicia es ver sus expresiones incoherentes y la impotencia omnipresente. Ni siquiera saben que si piensan que «todo es relativo», ese relativismo aplica a esa misma afirmación, por tanto, es relativo que «todo sea relativo», y de paso, es otro capricho que intentan mostrar como verdad absoluta. Es una tragicomedia en la fiesta de esa pacotilla intelectual. Los hechos siguen siendo hechos, y allí estarán. A la realidad no le interesan los sentimientos.
Este es un problema que no discrimina a las personas por su creencia. Tanto varios grupos de personas que creen en Dios o alguna Diosa (cualquiera del menú monoteísta y politeista), como varios grupos de ateos, van a exponer fanatismo, ignorancia, negación de los hechos y resistencia a aceptar errores, sin importar las evidencias en contra, mientras no tengan desarrollado el pensamiento crítico, ni sean racionales frente a la realidad. Es importante mencionar esto, ya que muchas veces, sobre todo en esta era de internet, muchos ateos creen que son mejores o más sabios que los creyentes de cualquier Dios o religión, por el simple hecho de ser ateos, y eso es falso. Si bien es cierto que todos los estudios realizados, así como la historia, muestran que el conocimiento y la inteligencia disminuyen las creencias en los falsos postulados religiosos, y que los ateos generalmente son muy cultos y de gran inteligencia, los que creen en Dios también lo son cuando hablan, actúan y trabajan en otros campos, y aunque sean contradictorios entre lo que saben y su creencia en Dios, no elimina el hecho de que conocen, dominan muchos temas, y muchos son más educados y sabios que bastantes ateos.
En los grupos religiosos siempre existe la disputa por la incongruencia en este tema de la verdad y el relativismo, contradicciones y deshonestidad al referirse a la ciencia, ya sea para falsamente ponerla de su lado, alejándose de la verdad (este tema se profundizará en otra entrega), o para ser sinceros parcialmente, con su Dios y escrituras, y así rechazarla sin éxito. Muchos ateos adoran señalar esto, lo deprimente es que muchos ateos tienen los mismos errores, e incluso peores en ciertos casos. Es común que usen la libertad para hacer chistes o reírse de las creencias, pero cuando les toca a ellos, se molestan y no pueden aceptar. Es como el típico amigo comediante que se burla de todos, y cuando se meten con él, no soporta los señalamientos y ya no le provoca risa.
Pero no se equivoquen, el error no tiene que ver con que no se crea en dioses, pues ya que no hay prueba de ellos, no hay razón para creer, el problema es que ser ateo no es suficiente, ni es sinónimo de inteligencia, ni garantiza el uso del pensamiento crítico. Esta es la razón por la que los grupos de ateos nunca tendrán el lugar que deberían, y el crecimiento será lento siempre. Es lamentable que, demasiadas personas, para estar en el 2016, se hacen llamar «racionales, librepensadoras y críticas», mientras se beben entero el populismo de los gobiernos, cayendo hasta en lo más pintoresco del lenguaje inclusivo, como en lo más sucio al justificar los abusos de corrientes de «izquierda», abusos que si fuesen de la derecha, de inmediato condenarían. También tenemos ironías con movimientos o comunidades que los ateos apoyan, y luego estos los atacan y envenenan (a los ateos), como lo han hecho muchos homosexuales, corrientes feministas, víctimas de la religión, etc. Una cantidad lamentable de ateos no usan el sentido crítico para los daños políticos, feminismo actual de tercera ola, racismo y demás. Lo único que saben es ver lo malo de la religión, lo demás lo justifican, y hasta lo defienden con ignorancia.
Por otro lado, varios grupos pelean por libertad de expresión para burlarse de la religión, pero la censuran para que no se expresen críticas serias a grupos que, sin vergüenza alguna (piensen en FemFreq), se escudan en el feminismo para acabar de destruirlo y para poder expresar odio, racismo, y pedir censura, todo esto con impunidad.
«Necesitamos señalar seriamente las conexiones entre violencia, sexismo e ideas tóxicas de la hombría antes que los chicos y hombres cometan más asesinatos masivos«. _Del grupo: Frecuencia Feminista. Líder: Anita Sarkeesian.
«*Pregunta tonta. El racismo y los blancos van juntos. Solo la gente blanca puede ser racista. *Los gays blancos piensan que son una especie de tono especial que debería ser agrupado con gente de color. ¡Su blancura ya está centrada! _Suey Park, víctima profesional.
La victimización de muchas Guerreras de Justicia Social. («SJW», en inglés)
Y bueno, así nos va en una época que no debería contar con tanta ingenuidad, desconocimiento, prejuicios, victimización y malas intenciones. Existen personas tan parcializadas en subjetividad, que niegan la montaña, aunque la tengan al frente y con un derrumbe llegando a su cuerpo. Hay personas que no entienden (y muchas más no quieren entender ni aceptar) de procesos de comprobación, de la carga de la prueba, verificación, observación y evidencias, honestidad frente a los hechos.
Ningún tema debe ser puesto como exento de escrutinio, como supremo. La mente escéptica, el pensamiento crítico y la relación con los hechos, son agentes importantes para viajar a la honestidad intelectual.
No seamos parte de la pacotilla intelectual. Debemos enfrentarla dónde y cuándo se manifieste. La humanidad y el futuro lo van a disfrutar, y expresarán su agradecimiento.
*Solo doy respuestas en Facebook.
Twitter: @Chrismewol Facebook: Cristhian.Menesesm10
—Cristhian Meneses (Colombia, 1985).
Escritor, actor, activista y docente. Autor del libro: Notas rebeldes para un mundo sumiso. Disponible en Amazon — amzn.to/1t6LemS —