El pueblo analfabeto construye, goza y profundiza su propia tragedia.
En la Asamblea Nacional, la minoría sigue haciendo lo que dijo el diputado venezolano, Héctor Rodríguez, en el primer mes de este 2016, que el problema de la productividad económica es culpa del “pueblo analfabeta”, siguen burlándose de la situación, y culpando, como siempre, a enemigos imaginarios. Y aunque finalmente se están revelando las mentiras del gobierno, en ese espacio parlamentario, aún hace falta ser más contundentes para que se vean resultados ya. No es posible que, por ejemplo, la frontera todavía esté cerrada, si bien es cierto que se han puesto todos los obstáculos para que no se pueda mejorar la situación, no pueden estancarse allí y deben aprovechar el momento para insistir y lograr metas, que no pase como se ha repetido tanto, los ánimos duran un rato, y luego todo se olvida, se apaga, y sigue empeorando la tragedia. Es por eso que repaso la respuesta dada a inicios de este año:
Pensé escribirle una carta, Sr. Rodríguez, pero recordé que perdí el tiempo cuando lo hice con Roque Valero, y como ambos comparten la escasez de razonamiento, típica del adoctrinamiento y la credulidad, tal vez producto de la guerra neurológica que les inoculó el imperio capitalista salvaje, decidí solo puntualizar unas observaciones, ya que lo que se exprese puede ser usado en contra, y mejor aún, debe ser usado para mostrar la pobreza argumentativa en el caso de expresiones tan vacuas, tan ignorantes, tan bolivarianamente revolucionarias del trasnocho de odio “de clases”, como las que debitan cada día los de su grupo, con el perfume y telón reiterado del populismo más descarado y crudo:
1. Su gobierno lleva 16 años y un mes en el poder, por tanto, los que han votado para que esos años sean posibles, son los analfabetas a los que se refiere. Gracias por aclararlo.
2. Uno de sus lemas es que “el gobierno es pueblo” y el pueblo es gobierno. Está bien, entonces ya que pueblo y gobierno no son excluyentes entre sí, felicitaciones, le ha dicho analfabeto al gobierno. Pocas veces un partidario del chavismo es capaz de reconocerlo.
3) Mientras ustedes tienen lujos, y la deliciosa ironía de nutrirse del malvado capitalismo, sus fieles seguidores siguen defendiéndolos, sin nada que comer, sin medicinas para hijos bañados en llanto y dolor, sin educación de calidad para al menos escribir un texto medianamente comprensible en las redes… oh, espere, ahora lo veo más claro, ese es el pueblo analfabeto que no permite productividad económica, ni moral, ni intelectual. Gracias de nuevo por permitir que lo recordemos.
Bueno, eso es todo. SÍ tiene usted razón cuando dice que el estancamiento y el problema radican en el pueblo analfabeto, en lo que se equivoca es en que no es el pueblo al que usted se refiere, sino el pueblo que no piensa, que no acepta, que se deja adoctrinar, que no busca el bienestar de todos, sino una venganza de ideologías irracionales para convertir en opresor al que quería erradic
ar la opresión y la infamia… es decir, el pueblo que piensa, habla y actúa como usted.
El pueblo analfabeto construye, goza y profundiza su propia tragedia, no es nada nuevo, pero gracias por recordarlo, así se tendrá presente para evitar más analfabetismo de esa clase. Un aplauso para usted.
*Solo doy respuestas en Facebook.
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—Cristhian Meneses (Colombia, 1985).
Escritor, actor, activista y docente. Autor del libro: Notas rebeldes para un mundo sumiso. Disponible en Amazon — amzn.to/1t6LemS —