Luis Aparicio

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1893

Luis Aparicio

Creo que la vez que este humilde servidor estuvo lo mas cercano a la gloria fue una tarde de Julio de 1992 en el lobby del Hotel Kristoff, Av.8, Sector Santa Rita,Maracaibo, Edo. Zulia. Esa tarde me dirigía a la oficina donde prestaba mis servicios y para ello fuí a la salida a buscar un taxi que me llevara a la dirección donde ésta se encontraba. Ahí lo vi: Camisa manga corta no recuerdo el tono del color, pantalones de color claro, anteojos de montura de metal, ensayé en un instante muy corto toda suerte de discursos para saludarle, estrechar su mano. No me salió ninguno, sencillamente no dije nada, el se percató y estoy seguro que esa escena le resultaba familiar. No dudo que otros tantos aficionados como yo hayan intentado hacer lo mismo. Se me atoraron las palabras que pugnaban por salir en tropel, me sudaron las manos y hasta se me salió una lágrima. Me vió, se sonrió y me dió par de palmadas en el hombro salió hacia la calle posiblemente a buscar un medio de transporte para salir hacia rumbo desconocido. Ese dia pude ver un alma grande.
Luis Ernesto Aparicio Montiel nació un 29 de abril de 1934 en Maracaibo, Edo. Zulia. En 1949, empezó su ascendente carrera como jugador de béisbol aficionado hasta llegar al Olimpo del deporte que denominamos como el pasatiempo nacional: Al Hall de la Fama del Béisbol de las Grandes Ligas. En ese recorrido debuta un 18 de noviembre de 1953 en el béisbol profesional venezolano luego del acto simbólico de recibir de manos de su padre Luis Aparicio Ortega llamado «El Grande» su bate y su guante como herramientas para la construcción de una leyenda. El debut precisamente en la fecha de mayor relevancia para el gentilicio zuliano fue probablemente un deseo de la Virgen de la Chiquinquirá como bendición a su carrera y premonición de los logros que nuestro ilustre personaje alcanzaría, ya que la suspensión del juego el día anterior postergó para la sagrada fecha el inicio de la leyenda. En la MLB debutó en 1956 con Los Medias Blancas de Chicago con una campaña tan brillante que le hizo merecedor del título de Novato del Año ganando en 1958 el Guante de Oro repitiendo la distinción en los años 1959,1960,1961,1962,1964,1966,1968,1970. 1958 fue el inicio de una cadena de 7 años consecutivos hasta 1964 participando en el Juego de Estrellas para que luego de un paréntesis reaparecer en los Juegos de Estrellas realizados en 1970,1971 y 1972. En 1963 llego a 300 robos de bases acumuladas durante su carrera cosa que nadie había alcanzado desde 1945, siendo líder en este departamento durante 9 años consecutivos y rescatando e reinventando tal faceta del juego, además de participar en 1553 dobleplays, fue durante 8 años consecutivos como líder de fildeo, 4548 outs realizados de por vida, conectando 2677 imparables. El número 11 que solía utilizar en su uniforme fue retirado del clubhouse de Los Medias Blancas de Chicago además de este equipo también exhibió su infinito talento formando parte del roster de los Medias Rojas de Boston y los Orioles de Baltimore Mas allá de estos logros es necesario poner en contexto la dimensión de lo logrado tomando en cuenta el ambiente de los Estados Unidos en la época en la que jugó Don Luis.
Luis Aparicio debuto un año después de ocurrido el incidente en el que Rosa Parks en Montgomery, Alabama, Estados Unidos de America se negó a ceder el asiento que ocupaba a bordo de un autobús publico a una persona de raza blanca lo cual desencadeno toda una reacción por la defensa de los derechos civiles encabezada por un desconocido pastor bautista llamado Martin Luther King caso que llego a la Suprema Corte de ese país la cual declaro que tal acto de segregación transgrede lo establecido por la Constitución. El desconocido pastor bautista vivió el pico de su carrera publica con el discurso “Yo tengo un sueño” en el que compartía con su numerosa audiencia su aspiración de vivir en un país en el que los ciudadanos vivan con los mismos derechos sin importar su raza o condición social. No resulta difícil imaginarse la cantidad de obstáculos a los que se debió haber enfrentado para poder desplegar todo su talento, así como el otros tantos latinoamericanos que fueron pioneros alcanzando notoriedad en una época en la que a los nacidos por estos lados les resultaba casi imposible conseguir una oportunidad. Fue una época en la que sobraban los gestos racistas hacia las personas venidas de estos lados del mundo. Solo la persistencia de nobles caballeros como Luis Aparicio hicieron posible que otros tantos jugadores lograran hacer carrera e historia en La Gran Carpa, tal vez otros habilidosos jugadores hayan sobrepasado sus números pero el hecho de haber abierto el camino ya le da una dimensión inasible a una personalidad que en mi humilde opinión no ha recibido todas las consideraciones que por lo ya expuesto se merece, en una suerte de menosprecio por el talento típico en nosotros los venezolanos. No dejo de recordar la anécdota que con cierta amargura contaba Alfonso “Chico” Carrasquel acerca del sujeto que le salió al paso de mala manera mientras trataba de ingresar al Stadium de Puerto la Cruz que por cierto lleva su nombre alegando que todos tenían que comprar su entrada afortunadamente Dios vela por sus criaturas y mas si son hombres de bien, alguien notó la novedad y la reportó a las personas adecuadas quienes tomaron cartas en el asunto le hicieron pasar al escenario deportivo bajo una lluvia de disculpas y atenciones. Palabras mas, palabras menos “El Chico” refería que en los Estados Unidos de América tenía una identificación especial que le daba acceso a cualquiera de las instalaciones que servian de sede a los equipos de la MLB con atencion preferencial y aquí en su país tenía dificultades para entrar al Stadium bautizado con su nombre. Por fortuna el inquieto y angustiado espíritu de un grupo de zulianos que luchan para exaltar el gentilicio de los nacidos en aquel estado, tierra por el sol amada decretó haciendo caso de la propuesta del Ing. J.J Villasmil el 11 de noviembre como el día de Luis Aparicio imaginamos a Don Luis completamente abrumado por un honor que conociendo su humildad y timidez característica debe considerar inmerecido. Tanto es así que en el acto en el que el Alcalde (e) de Maracaibo Daniel Ponne y el Gobernador del Estado Zulia Pablo Perez Alvarez presidieron para institucionalizar la fecha y al pedirle expresar unas pocas palabras atinó a decir: «Ustedes creen que alcanzar todos esos números que dijo Juan (Vené quien lo habia precedido en el uso de la palabra) y que logré en 18 años son difíciles de alcanzar?, bueno ponganse aquí para que vean lo que es difícil” y remató: “Esto es difícil, coger rollings es mas fácil”. Debe ser así para alguien cuyos movimientos eran tan naturales como los de una fiera que por su posición de depredador va en pos de algún desprevenido antílope en algún claro de la selva. Debe ser así para el atleta mas notable nacido en este país

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