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No se si a todos

colitas

 

No se si a todos los venezolanos les sucede lo mismo, pero yo no encuentro comida y cuando voy al mercado, me encuentro con unas larguísimas colas que me hacen pensar que los que están allí tampoco encuentran comida. Me anotaron un numerito en el brazo e inmediatamente recordè el holocausto. El sol era inclemente, pero guapeamos durante horas y cuando, por fin! Estaba cerca, se terminaron los productos. La próxima vez harè como como me recomendaron los que me antecedìan en la cola, pernoctar tres días antes al lado del establecimiento y usarè mi capa de invisibilidad para esquivar a policías y malandros.

En mi casa hay racionamiento eléctrico de 4 horas diarias, que comienza en diferentes horarios por lo que hice “bingo” anotado en un papelito que peguè en la nevera. Tenìa un pedacito de carne en el congelador, el cual guardaba para alguna ocasión especial, con el racionamiento programado se descompuso.

No se si hay medicinas en el país, pero he buscado Aspirinas en 18 farmacias y en todas me informaron que no hay, igualmente he tenido que saltar de un medicamento a otro, a otro y a otro..arriesgando estoicamente mi salud

Tampoco hay agua, por lo que he clamado al cielo, hecho la danza de la lluvia, un juego de cubiertos paralelos en el techo, lo cual me aconsejò Doña Federica y nada..hasta que milagrosamente, no sè cual de los métodos funcionò, comenzó a llover y pude bañarme en la lluvia, sin jabòn porque no hay. Tambièn mojè la ropita con la lluvia, no quedó muy limpia porque no hay detergente y el tufillo es desgradable, pero ni modo.

En un arrebato de guapura quise lavarme el cabello con shampoo, pero tampoco hay, asì que me dediquè a mi sonrisa y tampoco hay crema dental, ni modo..a aplicarse desodorante..pero tampoco hay. Entonces digo, al carajo, voy a hacer pasta con caraotas, que era lo que comíamos los pobres en este país, pero no hay. Està bien, me comerè un pan, tampoco hay..voy por la arepita, tampoco hay harina. Serè frugal y comeré arroz, pero no hay y los huevos están tan caros, que desistì ¡

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