«…-¿Pa´ ónde va por´hay, Juan Hilario?
-Es la pregunta del Llano contestador y bravío, retador y andariego.
-Epa compañero, pero, ¿eso es cierto?
-Sí compa, ciertico, dicen que nació en Guanarito o en Bijal, lo cierto es que en Portuguesa y Barinas se ha criao, y Cojedes lo ha visto pasá…»
Y así inicia una de las leyendas más famosas que ha parido el llano venezolano, leyenda que me atrevo a afirmar es el equivalente a nada más y nada menos que a la «Leyenda de Sleepy Hollow o La Leyenda del Jinete sin Cabeza” de Washington Irving (1820), se le ha oído silbar hasta en los llanos de Colombia. Ósea, que este espectro fantasmal está a un paso de convertirse en una celebridad de la alfombra roja, en su haber cuenta con: Cortometrajes, discos, canciones, contrapunteos, pasajes, monumentos, pinturas y hasta una placa en el pueblo donde nació, solo le falta una cuenta en Snapchat y una selfie con cualquiera de las Kardashian.
El mes de mayo es por excelencia el mes del «Silbón», comienza el invierno en los llanos venezolanos, no se hacen esperar aguaceros y relámpagos que entre parrandas y amaneceres llaneros son siempre aderezados con las anécdotas de nuestra celebridad espectral, hasta al más guapo y recio del hato se le eriza la piel cuando lo oye chiflar.
Yo me confieso un fanático empedernido de esta leyenda, la encuentro realmente fascinante, su narración, su prosa es perfecta. Es una meta personal que algún día debo conocer “Guanarito” y rendirle tributo en persona a este espectro.
En el fondo siento una profunda pena por este flaco de 3 metros de altura, que deambula descalzo por la sabana con un saco de huesos en la espalda y un perro que le muerde los talones por toda la eternidad, imagina todo el trabajo que debe pasar nuestro amigo cuando anda de faena. Adicionalmente la sola idea de pasar un año completo sin hacer un carajo esperando a que llegue mayo no es esperanzadora.
¡Pobre Silbón¡ llega mayo y su única motivación es salir a succionarle las tripas a algún borrachito que tenga la mala fortuna de cruzarse en su camino. Eso no es vida compadre, sin celular, ni twitter, ni Facebook, ni Instagram, todo el mundo le teme y no puede ni siquiera tomarse un café o fumarse un cigarrito detallao en el puesto de «el paisa». Que frustración! Yo tengo mi propia teoría al respecto. Estoy convencido que la leyenda está incompleta y hay elementos que me permiten afirmar que hay vacíos que nunca se nos fue revelados, por ejemplo:
• Que hace este espectro el resto del año? Ni que fuese «Full Flores» en San Antonio de los Altos, que solo abren en diciembre…
• Que hace el «Silbón» cuando los hombres no andan de parranda?
No crees que hay algo raro, en ese cuento? Decidí conversar el asunto con algunos historiadores y las pruebas hasta la fecha indican que es un tema de “faldas”, este pana tiene su media naranja o como dicen los adolescentes “un culito, puej”. Aunque se le ha visto en actitud sospechosa con «La Sayona» son solo rumores de pasillo…el hecho que se tome unos tragos con una colega de faena no significa nada. Si el «Silbón» ha de tener su media naranja, seguramente es una mujer llanera, de tez morena, de ojos negros y cabellos negros, de buen corazón, cuaima, arma peo, que cocina de un bueno y porque no? con latonería, pintura, motor, caja, cauchos y rines de agencia… la conclusión que llegamos un grupo de intelectuales e historiadores del porque este pana solo sale en Mayo fue que está duramente sometido por su mujer, el Palomino Vergara del Submundo.
El mes de mayo no solo es el mes del “Silbón” en mi caso representa un mes lleno de nostalgia y sentimientos encontrados, mi viejo falleció el 06 de mayo de 1986 y aunque ha transcurrido bastante agua por ese cauce es un recuerdo que siempre llega a mi mente en estas fechas, quisiera creer que de estar con vida mi viejo estaría orgulloso de ver en lo que me he convertido, si bien no he alcanzado la tan cacareada libertad financiera he sabido sortear con sus altas y bajas los emparches de la vida.
Todos aquellos que hemos sufrido la pérdida de un ser querido sabemos que nuestro entorno nunca vuelve a ser igual, no me atrevería a afirmar que si “Alberto” estuviese con vida las cosas fueran distintas, es algo que nunca lo sabré. Hay cosas que escapan de nuestras manos, por eso me quedo con la herencia que me dejo el viejo (no de $$$), sino realmente lo importante: El amor hacia la familia, el gusto por las películas clásicas, los buenos perfumes, el escoces, el mal habito del cigarrillo y el miedo a temas paranormales (en criollo “culilluo”).
Seguiré el ejemplo de mi espectro favorito “El Silbón” que con su silbido cromático extrae las vísceras de quien se cruce en su camino, con la gran diferencia que yo en mi lugar intentare extraer de la gente al menos una sonrisa.
El You