¿Qué son los sueños? Según Hobson (2000) un sueño es:
«La actividad que ocurre en el sueño se caracteriza por una imaginación sensomotora vivida que se experimenta como si fuera la realidad despierta, a pesar de las características cognitivas como la imposibilidad del tiempo, del lugar, de las personas y de las acciones; emociones, especialmente el miedo, el regocijo y la ira predominan sobre la tristeza, la vergüenza y la culpabilidad y a veces alcanzan una fuerza suficiente para despertar al durmiente; la memoria, incluso de los muy vividos, es tenue y tiende a desvanecerse rápidamente después de despertarse a no ser que se tomen las medidas especiales para retenerlo».
Alguien una vez me dijo que los sueños no eran más que recopilaciones de todo lo que se había realizado en el día y los presentábamos de manera extraordinaria cuando dormíamos. No sé que del todo ciertas sena estas teorías porque el día en que soñé con este mundo utópico donde todas las personas se veían totalmente extrañas y sus rostros no podían ser llamados exactamente rostros, recuerdo un poco para haber tenido esta idea de partes de seres humanos, pero netamente borrosa, aunque después de haberlo soñado lo recuerdo claramente.
Este artículo es basado totalmente en un sueño del escritor, inspirado por cotidianidades de la vida, experiencias reales, sentimientos encontrados e historias que fueron creándose en la mente a lo largo del día, que con un poco de desvelo, un reloj con una hora falsa, un par de charlas inquietantes de esa madrugada, un poco de música para esperar el amanecer y un enorme grado de imaginación, se fueron sumando una por una para construir lo que sería una utopía o no, según el gusto y estado mental del lector. Pretendo como escritor demostrar un punto de vista muy clave que he tenido la oportunidad de compartir con otras personas dentro y fuera de un sueño. Si el lector llegase a encontrar algún parecido con la realidad puede que haya demostrado mi teoría o por lo menos, aclarado su punto de vista.
Todos alguna vez hemos dicho que hemos olvidado a alguien, indiferentemente sea la causa (una muerte, una separación, entre otras, son miles de cosas que pueden afectar) pero la verdad es, que aunque digamos ese tipo de cosas, no son del todo ciertas. porqué verá…. Podremos olvidar el físico o quizás el sentimiento que teníamos ligado o conjunto a esa persona o esas personas, pero siempre habrán partes de ese ser humano viviendo en nosotros o influenciándonos de alguna manera en particular.
Algunos seres humanos tienen el poder de marcar nuestras vidas y sería absurdo creer que no pueden. Comencemos a hablar en plural porque usted también lo hace. Nosotros siempre vamos a dejar, en realidad vamos a abandonar en la vida de otras personas nuestras actitudes, gustos y disgustos, o incluso, seres humanos más poderosos pueden abandonar toda clase de sentimientos que podrán influenciar peligrosamente en la manera de pensar del individuo que los acepta o mejor dicho, los recibe, dejándole una carga, incluso sin saber que la posee.
A veces me gusta pensar que sólo somos pequeñas piezas de otras personas, algo así como un gran rompecabezas de sentimientos, aprendizajes, sueños y pare usted de contar, que se unen para formar nuestra manera de actuar y de percibir las cosas, puede que suene loco, extraño y hasta en muchos casos insano o demente, pero sólo haciendo un par de preguntar corrientes logrará ver la respuesta. ¿Por qué a usted le agrada su profesión? (profesor, maestro, doctor, abogado, veterinario, entre otros) ¿Es por que vio a alguien ejerciéndola? ¿Es porqué vio a alguien en televisión? Hasta podríamos cuestionar nuestra manera de vivir o incluso lo que creamos, la cuestión es que puede ser por muchas cosas, pero casi todos a los que se les realiza esta pregunta responden con mera certeza: «No, lo hago porqué me gusta» (eterna negación del ser humano al afrontarse a la realidad). La verdad es, que nunca sabremos con exactitud porqué usted realiza esta actividad, pero lo que sí sabemos y aunque usted no lo quiera admitir, es que nos dedicamos a una actividad, profesión o a un estilo de vida es porqué lo copiamos de alguien más, pero, ¿Es malo que seamos un rompecabezas de otras personas? No, es totalmente natural este comportamiento de abandono y recibimiento, ya que se aprende a medida que nos desarrollamos, es decir, si no observáramos a alguien haciendo algo tan natural como escribir no lo haríamos, sino observáramos a un hombre pegarle a una mujer, no lo haríamos, son un sinfín de cosas buenas y malas que dejaríamos de hacer sin esta conducta.
Ahora la parte interesante las cosas malas no se regalan, no se abandonan y mucho menos se dejan en otros seres humanos. Ellas se quedan porqué usted las acepta, así que tiene lector que comenzar a fijarse con lo que se esta quedando o lo que tiene actualmente.
Despertémonos del sueño, ¿por qué no aplicar esto a la vida cotidiana? Quizás es porque para algunos resulta complicado vivir en un mundo donde todo es copiado y el ser humano querrá siempre ser original, pero como escuché ayer, ser original es el nuevo común, aunque de los sueños e imaginación nacen las cosas. Mi meta no fue influenciar a lector sino dar a conocer mi punto de vista, si el lector en algún momento o al final del artículo se sintió identificado quizás debería empezar a cuestionarse tanto como mi persona. Y créame si realmente se sintió influenciado o encontró algo de realidad en lo que fue un sueño y ahora para el escritor es una «realidad» podemos decir que fue por algo.
Por I. Espejo