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Pérez Jiménez, Estefanía y Víctor Gallardo

Donde esta Víctor Gallardo???

 

El actor venezolano “Lucio Bueno” dio vida al personaje Víctor Gallardo en la novela de Julio Cesar Mármol “Estefanía” de 1979, protagonizada magistralmente por figuras de la talla de: Gustavo Rodríguez, Pierina España, José Luis Rodríguez, Carlos Olivier, Tomas Henríquez, entre otros. La novela está centrada en la Venezuela mágica y pujante de los años 50s bajo la dictadura férrea del General Marcos Pérez Jiménez. Muchos recordaran la memorable interpretación de Gustavo Rodríguez como “Pedro Escobar” el alter ego de “Pedro Estrada” Jefe de la Seguridad Nacional (Policía política del régimen). El núcleo central de la novela se basa en la vida de la familia Gallardo, estaba compuesta por José Francisco Gallardo (Padre), Rosalía Gallardo (Madre), y sus tres hijos: Estefanía, Víctor y Chepina Gallardo. Es imposible no quedar atrapado desde el primer capítulo, por que refleja valores, vivencias y modo de vida del caraqueño de la década más prospera de nuestra amada Venezuela.

Volviendo al personaje de Víctor Gallardo, en esencia era un hombre gris, de convicciones ambiguas, con una personalidad narcisista, su vida giraba en torno a una sola persona “el mismo”, apego distante a la familia, corazón miserable, su ADN había una carga genética de egoísmo extremo, quizá la característica más visible de todas era su falta de coraje ante cualquier evento de la vida, algunos lo llamarían cobardía, el venezolano común lo llamaría “culillo”, tan marcada era esta tendencia en su vida que lo llevo a cometer la traición más vil que puede cometer un ser humano contra otro…entrego su familia al régimen del dictador para obtener beneficios. Incluso en las novelas la ley de causa y efecto se hace presente y el pana Víctor recibió una alta dosis de lo que llamamos mal karma, perseguido por el régimen, despreciado entre sus amigos y familiares…solo el corazón de su madre pudo perdonar tal infamia. El imperio romano cayó en desgracia y cuando llego su momento renació como el ave fénix, también Víctor tuvo su oportunidad de librarse de sus demonios internos, salió airoso y dejo en alto el nombre de la familia Gallardo, fue herido mientras honraba el nombre de su familia, incluso dispuesto a dar su vida por sus ideales y liberar a la patria del yugo del dictador.

Esa es la gran historia de Víctor Gallardo, un hombre que decidió firmemente como lo han hecho los grandes hombres de la historia acabar con el sufrimiento de vivir con miedo y darle un giro a su vida de forma inesperada, no hubo terapias, no hubo coaching, no hubo cursos de autoayuda, que lo ayudaran en su proceso, solo la fija idea de vencerse a sí mismo, indudablemente es una historia extraída de la mente de Julio Cesar Mármol, pero cabe preguntarse cuántos Víctor Gallardo hay en nuestro país? Yo opino que muchos. Ver la novela genera solidaridad automática con aquellas personas que vivieron el horror de la dictadura de los 50s y es paradójico que el periodo más pujante, próspero y de mayor crecimiento de nuestra historia este manchado con sangre de venezolanos quienes arriesgaron su vida para darnos lo que hoy conocemos como “Democracia”, sin embargo esta no es la democracia con la que soñaron El Guácharo, Estefanía, El Padre Argemiro, Horacio Cataldo, Gabriel Seijas, Chaquetón, Querique, José Francisco, y tantos otros, en el mejor de los casos tenemos una Democracia de aserrín, ese fue el triste legado de los héroes de los 50s.

Te has preguntado alguna vez,

¿Cómo sería Venezuela si el movimiento cívico-militar del 58 hubiese fracasado en su intento de derrocar al General MPJ?

¿En donde estaríamos hoy si el General hubiese culminado su obra de gobierno e instaurado en la psiquis del colectivo “El Nuevo Ideal Nacional”?

Nunca sabremos lo que pudo haber sido, solo sabemos los efectos que vivimos hoy, lo que me lleva a recordar la escena final de “Pedro Escobar” el 22 de Enero de 1958 justo antes de salir de su mansión rumbo al exilio, donde nos replica frases lapidarias:

• “…Lo que falta tendrá que quedarse Manuelito, después de todo no es un viaje de placer, nunca más volveré a pisar esta casa, ni este país de mal agradecidos…”
• ”…Esta nación no la volveré a pisar nunca más…”
• Mirando a su hija a los ojos le dice: “…Cuando seas mayor Ana María, comprenderás… ahora estas muy joven para saber lo que es la ingratitud…”
• “…Además que te importa a ti este país de imbéciles que no han sabido valorizar a Pedro Escobar, allá si me aprecian, quiero salir de este país cuanto antes, lo único que les deseo es que se pudran con su maldita democracia, que no levanten cabeza nunca más y que se arrepientan de haber luchado contra nosotros…”

Fuera de la novela y en la vida real, el General MPJ en Madrid fue entrevistado por Oscar Yanes, en la última entrevista que concedió antes de su deceso se refirió al tema del Esequibo: “Estaba todo listo para recuperar los territorios en disputa con Guyana, con el uso de la fuerza bélica, en caso que no se lograra por vía diplomática”.

Siempre se dice que la historia es cíclica y que los pueblos están irremediablemente condenados a repetir su historia. Así como existimos adeptos a la obra de gobierno del General MPJ y a la década dorada de los años 50s, no es descabellado imaginarse que en 70 años aun existirán simpatizantes del actual régimen. Ahora bien, para los amantes de los años 50s te invito a que subas al DeLorean y vivas unas horas admirando el legado en infraestructura del General MPJ. El primer capítulo de La novela “Estefanía” inicia con una escena en el parque “Los Próceres”, te invito que cargues en tu IPOD o en tu SMARTPHONE (ósea jelou) un compilado de los grandes éxitos de “La Sonora Matancera” y camines por este imponente monumento…te aseguro que estarás a salvo de los esbirros de la “Seguridad Nacional” no vas a encontrarte con Mano e Goma, Quijadita o Gandica, los personajes de hoy son más peligrosos…

El You

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