La puta, la perra y la prostituta. No son lo mismo, no se escribe igual, y no puede ser utilizado el término prostituta para definir a una puta, o perra, o viceversa. No tenemos conocimiento exacto del momento en que empezaron a fluir dichos términos pero aun así, podemos aprender la forma de empleo correcto de ellos.
Con el fin de identificar bien las situaciones para el empleo de las tres terminologías citadas, se detallan los conceptos a continuación
- La puta: es toda mujer que teniendo un noviazgo, compromiso, matrimonio u hogar engaña a su pareja, le miente, y mantiene relaciones de tipo o contenido sexual a escondidas con otro hombre o mujer (se han visto casos) en determinado momento. En este concepto entra el sexo online, telefónico, físico, de contacto, o incluso el sexting ya que lo que crea una infidelidad es la intención manifiesta y no solo el intercambio de fluidos. La puta tiene fachada de señora, tiene sonrisa color pastel y facultades para el engaño. Según la organización mundial para la salud y un estudio actualizado en 2015 las parejas son infieles en un 60% y de ese porcentaje de parejas infieles en el mundo entero la responsabilidad está en un 72% mujer… es decir de cada 100 mujeres 72 han sido infieles según la OMS, este estudio pueden revisarlo en internet y comprueba que a diferencia de lo que se pensaba el hombre no es el más propenso a ser infiel. Para minimizar el riesgo a esta identificación social interpuesta por la mujer y para la mujer (dado que el hombre no juzga a las putas casi nunca ni las ofende sino mayormente es mujer ofendiendo mujer) esta mayoría recurre a confundir los términos: puta, perra y prostituta, a propósito.
- La perra: es toda fémina que siendo soltera, sin ningún tipo de compromiso serio, se dedica a distribuir su cuerpo y dar placer ampliamente a muchos hombres, mujeres, animales o lo que le parezca según el momento y personalidad(hay casos de casos). Siendo pues que esta mujer no está atada a ninguna pareja y no tiene ningún tipo de compromiso moral ni social, es presa fácil del juicio y enojo por envidia de parte de las putas, que tratan de hacerla lucir mal, creando insultos y mezclando términos para tratar de hacerlas lucir igual a su comportamiento. Ejemplo: “la perra esa se acuesta con todo el edificio, es una puta” podría decir una puta con envidia porque ve a la vecina hacerlo libremente mientras ella tiene que ocultarse. La perra es un bien común de la sociedad, y si bien esa costumbre libertaria y a veces libertina le hacen convertirse luego al llegar a edad mayor en putas, pues no deben ser catalogadas como tal en su forma pura y en sus orígenes cuando aún están en su estado perristico. (Solo cuando consiguen un marido y lo voltean, allí si se le puede llamar como tal).
- La prostituta: es una trabajadora sexual, pone un precio al sexo que proporciona y establece condiciones para una relación laboral sana con límites. Es víctima de la perra y de la puta, ambas envidian a la prostituta porque obtiene dinero del sexo que ofrece, y porque en la mayoría de los casos quisieran tener esa decisión para trabajar en ello sin importar los prejuicios de las putas y perras amigas que quedarían atrás. (La existencia del prejuicio creado por la puta desde el anonimato hace que no puedan dedicarse a ello profesionalmente por miedo a la identificación así que prefieren juzgar a ser juzgadas). La prostituta suele contagiar menos enfermedades que las perras pues se toman en serio su profesión y cobran por hora de trabajo así que piensan en su futuro, a diferencia de las putas que tienen contrato fijo e inamovilidad y cobran con estabilidad, ropa, casa, carro y todo lo que se atraviese. Las prostitutas ofrecen un servicio sexual de calidad, garantizando placer a personas que quizá no pueden conseguir una puta o una perra por tener pocas cualidades físicas, o simplemente por no querer invertir tanto tiempo, dinero y esfuerzo. En estos casos es que el hombre a veces menos hábil en seducción acude a las prostitutas, así como también cientos de millones de galanes que simplemente quieren ahorrar y botar un poco de estrés de manera natural.
Conclusión: sepamos diferenciar y utilizar la terminología. No son lo mismo. Es tanto así que incluso en el inglés que suele ser un idioma donde una sola palabra significa varias cosas, incluso allí se diferencia en este aspecto la puta, la perra y la prostituta (whore, bitch and prostitute)
Esto fue un servicio público del M.P.P.P.S (Ministerio del Poder Popular Para la Salud) y ASOPUPEPROREBOVELASA (Asociación de Putas Perras y Prostitutas de la República Bolivariana de Venezuela y Las Américas)
Información gratuita, prohibida su venta e intercambio por bolsa clap.