A diario tropiezo con la chocante realidad de ser venezolana, y estar rodeada de gente que hace lo que sea por aparentar que está mejor que todo el mundo… ¿será que la vaina no está tan mala, o me están cayendo a mojón?
Coño, si todos sabemos que las servilletas que están usando para limpiarse la boca las sacaron del baño hace rato, ¿qué afán tiene la gente de hacerle creer a todo el mundo que la vaina no es así en su casa?
Yo la verdad, no sé quién carajos es el que está haciendo cola, porque nadie admite hacerlas (porque eso es niche), ni tampoco sé quién es el que le compra al bachaquero, porque resulta que nadie lo hace (eso es de conformistas).
Almorzar una arepa en estos tiempos, no es un fenómeno aislado, pero juremos que ningún conocido nos ha hecho esa confesión, y que tampoco lo decimos cuando lo hacemos. Estamos en una sociedad plagada de apariencia, que cada vez que veo las camionetas, las discotecas llenas de gente bien vestida y bien emperifollada, los celulares caros, la ropa cara, los zapatos caros, me tengo qué preguntar dónde rayos es que está el malestar económico en esta nación…
¡Claro! Bien escondido en la parte más remota de la intimidad de la casa. Dios libre de que te vean como un ciudadano de a pie de ésos…
Yo creo que aquí la gente no se arrecha, porque aceptar que aquí hay gente con hambre y pasando necesidades, y que de paso esa «gente con hambre y necesidades», sea uno mismo, va a quitar «existencia y caché» a todo el bollo mental que seguramente pasaron edificando desde que fueron el primer carajito con botas voight de la cuadra.
A mí me daría ladilla salir a la calle para encontrarme con un mojoneado que me diga que salió también, pero *inserte voz de sifrino* «tú sabes, porque el país y todo eso, yo siempre he vivido bien, vale, o sea, esa vaina de la crisis no se vio en mi casa, o sea hasta ese punto no».
Quieran o no aceptarlo, el mojoneado que se la pasa de viaje, lava platos cuando dice estar de vacaciones, el que tiene fotos por fuera de hace años que comparte en redes sociales cada cierto tiempo, estaba raspando cupo, las servilletas que pusieron el día de la reunión con tus panas, estuvieron en el baño, y las que sobren, volverán a él, a menos que tú te avispes y te las lleves al baño de tu casa.
Ya no nos caigamos a coba en este país, el que anda lleno de lujo y brindando botella, es, o enchufado o de los que no come por mantener la apariencia. De que estamos jodidos todos (menos el enchufado), estamos jodidos, y sobre eso no puede haber discusión. O comen o se echan la plata encima, pero para esas dos vainas no hay chance en este país.
Y ese amigo que siempre dice que a él no le ha llegado «así, así» la crisis, debería saber, que si seguimos en un país donde todos quieren estar «más mejor» que el prójimo, por ocultar la pobreza en la que evidentemente estamos, nos iremos a morir todos del hambre junto con el bollo de haber sido el primer carajito que tenía unas voight en la cuadra.
Este articulo refleja ese fenomeno que he visto muchas veces ultimamente de los viejos sifrinos de mi calle, gente que «no hace cola, no suda, no agarra sol, no usa el transporte publico y tiene un iphone y no un vergatario porque uy dios mio, eso es de pobres» pero en realidad compran bachaqueado cuando nadie los ve, almuerzan ñame y sardinas en secreto aun cuando fanfarronean de haberse mandado mas de un kg de lomito, y han gastado mas de 10 salarios en unos zapatos Nike. Para nadie es secreto que el venezolano promedio, «desde que el mundo es mundo», ha vivido de las apariencias, yo admito incluso haber pecado con eso mas de una vez, pero creo que en estos tiempos de crisis si a la gente de verdad le quedan aunque sea un par de neuronas funcionando bien, deberian dejarse de vainas y pastichos mentales y reconocer (tanto en su palabra como en obra y apariencia), que estamos jodidos y pelando bolas desde hace rato.
Excelente !!
Da vergüenza men. punto. mi papa se arrecha cuando voy y admito las carencias qeu hay… a conveniencia, a veces me pideque basicamente le pida limosna a varios familiares mios.
Ese ha sido el modus vivendi del Venezolano desde la epoca Colonial. De verdad que espero que como minimo, la voragine que vivimos, nos deje la oportunidad de autoevaluarnos y salir de esos mojones mentales.