Despedidas – Hasta luego prolongado

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aeropuerto

Advertencia:

Este post fue creado con la finalidad de engrosar la lista de artículos sobre la temática de Emigrar o No Emigrar, con la pequeña particularidad que no encontraras recomendaciones, sugerencias o reflexiones trascendentales que podrían darte una visión más clara de que “carajo” hacer con tu futuro, te aseguro que luego de leer estas líneas no saldrás con frenesí a comprar un pasaje a un destino incierto y mucho menos te aferraras al ideal supremo de quedarte para luchar por tu país. Desconozco cómo funciona la sociedad en otros países (solo lo que comentan las amistades que se han ido). Los tipos de visado necesarios, educación para tus chamos, trabajos u oficios que podrás realizar en el extranjero no son temas de este post. Lo que si encontraras, quejas, neurosis y lloriqueos de un venezolano de 40 años en medio de una crisis emocional, es mejor compartirlas contigo, las consultas psiquiátricas son costosas…

¿Qué tipo de despedidas me gustan? Sin lugar a dudas, las despedidas de solteros. Tienes la certeza de que algo bueno va a pasar. Independientemente del resultado, te quedara el dulce recuerdo de la fiesta, del whisky, de los tequeños, de las solteronas, del Tío Borracho Sádico, de la cuñada sexy y del ridículo gorrito de la hora loca. Las despedidas a las que estamos acostumbrado hoy día (léase “Hoy día” con el acento de Don Francisco) no son tan divertidas para los que tenemos la fortuna o infortunio de quedarnos. Por lo general, todos los venezolanos tenemos algún conocido que ha cruzado el charco en búsqueda de oportunidades, en el 2016 llegue a la impresionante cifra de 05 amigos que partieron a la tierra de Donald Trump…Lo que más disfruto de estas despedidas son las fotos que suben al Instagram desde el aeropuerto, el emotivo ritual de una familia entera que va a despedir a un ser querido es poco común en el resto de los países, es ese hasta luego prolongado lo que nos identifica como venezolanos, las fotos en las que alguien aparece con el ojito “aguao“,el primo que lleva una botellita debajo de la manga para un brindis antes de abordar, es sencillo identificar al venezolano que parte sin retorno…En el caso de las mujeres las identificas fácilmente, perfectamente arregladas, cabello, manos y pies, maquillaje, zapatos cómodos bajitos, cartera grande, lentes oscuros grandes (no importa si son de marca o fueron comprados en la óptica de la economía informal), los caballeros por lo general van de jeans y chemise, zapatos de color marron, koala en la cintura, recién «afeitaos y rasuraos», colonia, gel en el cabello y lentes oscuros. No olvidemos las maletas; poca ropa y repletas de sambas, chocolates, pirulin, natuchips, pepitos, cheese tris, harina pan, queso blanco duro, ron pampero, cigarrillos y los más bizarros llevan un envase de mavesa con caraotas congeladas…

Es imposible no preguntarte ¿Cuando llegara mi turno? De verdad ¿Quiero irme a la tierra de Trump (por nombrar un destino común). ¡Que dilema tan grande! Lei una frase que me impacto: «Emigrar de Venezuela es como divorciarse cuando se esta enamorao». Al momento de escribir este post, emigrar luce lejano para mí, sin embargo los venezolanos vivimos el día a día y no es loco imaginar que dentro de seis meses pudiese estar en la tierra de Trump y en vez de sufrir por la escasez, la delincuencia y la anarquia que esta a la orden del dia…me toque enfilar mis letras en contra del sistema capitalista, que aunque muchos en la Venezuela de hoy soñamos con disfrutar de las mieles de un país capitalista «no es lo mismo llamar al demonio que verlo llegar».

Para mi suena deprimente emigrar a otro país y añorar día a día tu patria, eso de vivir 24 horas del día pegado al celular leyendo noticias de Venezuela no es nada agradable, debo reconocer que soy uno de las minorías que no desean tomarse la fotico en el mosaico del aeropuerto internacional Simon Bolivar. Algo así como la canción de U2 «With or without you». (Contigo o Sin TI)

Por experiencia propia tengo una sutil idea de lo que significa mudarse de tu domicilio…las primeras semanas todo es fabuloso, despiertas a diario con la sensación: «Ah no vale, esto es otro mundo mi pana, nada que ver con lo anterior», luego de una corta luna de miel, te espera el letargo de las luces, de los flashes y las alfombras rojas, caes en cuenta de lo que has dejado atrás…empieza la melancolía y añoranza extrema por tu «vieja zona de confort» y es cuando sientes en tu corazón que las empanaditas de «Alejandro» son las mejores del mundo, que el pana «Cheo» tiene los mejores precios en artículos de perfumería, que la ropa de la tienda de «los peruanos» era de pinga y barata, que el Crujiente Pan Campesino de «La Conchanata» no lo encontraras en otro lugar del planeta, que «Mi Cabaña» es y sera la mejor opción para una cena antes de llegar a tu casa, y que el Morocho del «Campo en sus manos» es tremendo pana…

Si tienes pensado emigrar este año NO LO HAGAS, pero el año que viene…Tampocooooo

El You

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