El otro día terminé por Los Dos Caminos, y estuve por una plaza con una estatua de Francisco de Miranda, la verdad es que nunca la había visto de cerca, ni sabía siquiera que era Francisco de Miranda (no soy de esa zona) y cuando veo decía «Precurso de la Independencia» y me pareció que le quedaba bien lo de ser estatua: una escultura estática que lleva la inclemencia del tiempo y los elementos donde cae cuanto excremento de ave sea y donde ya no se mueve: una independencia así… muerta.
Una independencia de piedra, intocable, inacercable, siempre me pregunté ¿por qué sufría yo y sufrían los que sufrían y no los que lo hacían? y me dí cuenta que: quizás lo que llamaban «karma» no era sino una metáfora de las deudas de nuestros antepasados…
Por ejemplo, cuando estalló la Primera Guerra Mundial, el motivo por el que Venezuela no se murió de hambre fué gracias al petróleo que se exportó para que por allá en Europa se siguiésen cayendo a bombas; es decir: estábamos comiéndonos el sufrimiento de otros.
Cuando estaba la Gran Unión Soviética, la que según Stalin era donde «La alegría es la carácterística más resaltante de la Gran Unión Soviética», Venezuela -en el gobierno de Medina Angarita- tuvo relaciones diplomáticas y comerciales con China (1943) y con la Unión Soviética (1945) con quienes tenían intercambio comercial, como diría mi abuela «haciendo morcilla pal’ diablo»… es decir: estábamos comiéndonos el sufrimiento de los que se morían de hambre en Ucrania (en Holodomor, con la hambruna ficticia) y de los que estaban en las gulag.
Cuando estaba ¿qué estábamos comiendo sino la infamia del sufrimiento ajeno? Se decía: «Venezuela es un país de la gente bella y feliz» eso no lo sé, porque según mi madre yo nací triste, cosa rara, porque yo siempre me he reído mucho, pero la verdad es que lo que más he oído y visto era compañeros y amigos amigos cuyas madres le negaban la comida (aún teniendo) para «que aprendieran» y ¿no es ese el método que usa el gobierno? el del conductismo pavloviano, el de jugar con la comida a cambio de la lealtad… como a los perros; y ahora todos lloran y todos supuestamente eran buenos y felices ¿no será que es que cuando lloran se empiezan a sentir como los buenos que nunca fueron? o que quisieron ser… pero se les olvidó como… porque se olvidaron a sí mismos.
La verdad es que a mí nunca me interesó la política, sólo me interesaba el arte, la música, la literatura, la geometría, la arquitectura, el diseño, yo había nacido como para estar rezando, la verdad que nunca tuve vocación de armapleito; y yo decía cuando me paraba la policía o la guardia o me robaban: «¿por qué me pasa ésto? ¿por qué tengo yo que ‘luchar o aguantarme’ ‘dejar de echar tanta queja’ porque ‘así es la vida’ [sic.] cuando yo NUNCA ayudé a construir éste monstruo enfermo?» ¿Éste Leviathan que crucifica niños y enfermos? Los niños y los enfermos son los crucificados, los que quieren comer y les dán sal y tienen sed y les dán vinagre… ¡ERA UNA METÁFORA! El cordero sacrificado era el sufrimiento de estar aquí…
Los niños de la Guajira que nacen con SIDA, que se mueren de hambre ¡ellos son los crucificados!; los crucificados son los Wayúu que cuando no les dán Cristo y les quitan sus creencias y les contaminan sus zonas, ahora tienen a Allah por allá (sí, sí, ahora tienen a Allah por allá… no digo más), ¿por qué alabar dioses y llorar estatuas cuando el sufrimiento lo tienen al lado?
Y yo que era como para estar rezando tuve que empezar a pensar y dejar de hacer tanto dibujo y leer tanto cuento, tuve que empezar a ver el sufrimiento que estaba en la calle con los comedores de basura, ¡que no empezaron con éste gobierno vale! que eran los huelepega de los ’90, que eran los niños que vivían debajo de los puentes ¡NO, NO ÉRAMOS FELICES!
Y yo que preguntaba en mi infancia cuando pasaba el autobús cerca de los puentes «¿por qué eso huele tan mal? ¿por qué viven ahí?» así como el niño que iba la otra vez en el autobús le pregunta a su hermano mayor que tendría como catorce años «¿y por qué ese Señor camina con los pies en el piso?» y su hermano le dice «porque no estudió, si no estudias te pasará eso»…
Sí, pasamos y vemos la ciudad llena de basura y calles que nunca limpian y éste señor desnutrido y sin zapatos caminando sobre los vidrios y la grasa y el excremento y entre los perros y las palomas que también comen basura, quise meterme en la conversación ¡pero no lo hice! porque no es correcto, pero si hubiése podido hablar le hubiése dicho: «porque fué olvidado, por la familia, por el Estado, por la Comunidad, por una Institución de Iglesia que se pinta de Iglesia y lo que menos tiene es Espíritu… ese señor es el cuerpo del hambre y de la crucifixión en vida» y si me hubiése preguntado: «¿y por qué fué olvidado?» le hubiése respondido: «porque éste mundo sufre de Alzheimer, se vive no gracias al recuerdo, sino porque se logra olvidar el sufrimiento sobre el que las civilizaciones se cimientan»… pero no lo hice… ahora hablo por aquí… quizás cuando ya no llegue…
Y yo, el tipo que era para hacer dibujos y estar rezando, entonces me pregunto:
¿Por qué tienen que salir a marchar chamos que nunca votaron por éste gobierno? Yo estoy de acuerdo con que marchen y todo muy fino, no… pero:
¿Dónde están los que financiaron a éste gobierno?
¿por qué no marchan los Boulton? ellos financiaron ésto, ellos creían en el proyecto de Chávez. Y así muchos otros con grandes fortunas.
¿Dónde están los tira piedras de los ’60s, ’70s y ’80s comunistoides que «les interesaba tanto la gente» y eran tan idealistas?
¿Dónde está el padre Sosa marchando que el tipo era de izquierda y comunistoide y que ahora dice que ni la oposición ni el gobierno tiene plan? ¿acaso lo tiene él? ¿el plan divino de darles «perdón» a cambio del hambre y de aguantar esclavitud?
¿Por qué no marchan ellos? ¡Los impulsores!
¿Por qué tienen que marchar, aguantar plomo, empujón y bomba los hijos o los nietos?
¿Por qué tengo yo que aguantar que me encañone la GN o la policía cuando estoy pasando por la calle y no esos idealistas que apoyaron ésto?
¿Por qué tengo yo que pagar el karma de lo que hizo una comunidad enferma y egoísta?
¿Por qué tengo yo que pagar el egoísmo y método de vigilancia de profesores de Historia que no sirvieron sino sólo se dedicaron al egoísmo y al método policial en vez de interesar al alumno y enseñarle pero sin agenda política oculta?
¡ENSEÑARLE A DUDAR! ¡Enseñar a dudar es enseñar a pensar! Más crímenes se han cometido desde falsas seguridades que desde dudas que diésen cáracter y fomentaran el espíritu crítico. Más se ha plagado ésto -ÉSTA VIDA- de buenas intenciones de idealismos deformados y desvirtuados y de un alzheimer atroz donde todos se echan las culpas pero nadie dice «¿de qué fuí partícipe yo en mi propio olvido?» cuando veían a las vacas yendo al matadero como esclavas, no decían: «¿a dónde ván y es ese mi destino?» ¿qué nos estábamos comiendo?
¿Por qué el inocente paga el desastre de las madres que tuvieron hijos e hijos y no pensaron esperando que el Estado les pague y les dé un «resuelvito por niño» y de los padres que no se sabe ni quienes fueron y ahora los hijos están cuando no robando en la calle, o vueltos locos, o metidos en la GNB porque fué lo único que se les ocurrió para poder comer y no vivir en la calle? ¿Por qué pagan en el dolor de una ignorancia donde todos apuntan y nadie dice «¿qué me comí yo y qué hice yo?» ¿Dónde está la dignidad y el pago de la culpa de quien SÍ LO HIZO? ¿de quien SÍ aplaudió, no cuando menos en la ignorancia, sino de el que peor aún: sabiendo?
¿Por qué decirle tanto al otro «Lee» -en tono de intelectual socarrón que jamás y nunca ha lidiado con la realidad- en vez de «cada Uno empezar a Pensar»?