El post de Facebook que nunca haría.

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Tengo hambre, de pana que sí. Pero si me pongo a estarlo diciendo a los cuatro vientos, la gente no aceptaría que está igual. Y hasta saldrá un pajuo a estarme ofreciendo caridades que no estoy pidiendo, para demostrar que NO está tan jodido como yo. Sólo estoy emputada porque tengo hambre. Y así estamos todos. Pero primero muertos que hacer algo con esto. Uno no quiere que la familia lo tilde de perdedor tampoco ni ser la comidilla de alguien. Porque en algo hay que entretenerse para no tener hambre. Y aquí estoy. En eso. Siendo parte de los que aguantan, porque creo que no tiene sentido ya.

Estoy arrecha. Porque antes soñaba que encontraba comida en los anaqueles y llenaba carritos, hasta comía también. Ahora hasta mis sueños se volvieron bien hijos de puta commigo porque sueño con los anaqueles llenos, pero o no hay carrito o no puedo pagar. Menos comer.

Cuántas veces me he comprado una zanahoria y un repollo grandecito para hacer ensalada aunque sea todo un platón, para recordar que ni mayonesa tengo cuando estoy en caja. Entonces busco rápido a ver si hay, pero cuando no hay, tengo para pagarla, y cuando hay un pote, no me alcanza tampoco Y se me quita el hambre de una vez. Hasta las ganas de vivir se me quitan y saco un sobre de sopa para devolverme a casa y creer que con eso duro todo el día.

Estoy arrecha con cada cretino que solía ser gordo y aunque yo quede como marginal, le digo si su nueva delgadez fue por la famosa dieta nacional. Los muy hijos de perra dicen que no. Que eso es (ahora sí) producto de disciplina y ejercicio… (Claro webon te conocí veinte años como bola de mierda y casualmente que ahora ni hay comida ni la plata alcanza, te pusiste serio con un compromiso que nunca habías tenido con tu cuerpo)

Pero igual. He tenido dinero en las manos y cualquier movimiento en falso hará que pierda algo. Si se me ocurrió comprar carne, pues no se come arroz. Si compré un refresco, no hay ensalada. Si compro una mayonesa, será para cuando alcance para la ensalada. Total, creo que ya almuerzo a plazos, pana. Lo que me comía en un almuerzo, va repartido en pequeñas comidas a lo largo de una semana.

No hago arepas porque ni tengo harina ni hay relleno. Entonces guardo la harinita que consigo algún afortunado día donde confluyan astralmente la existencia de la dichosa harina con la plata y mi presencia donde la haya para el día que se pueda comprar el relleno.

Pero el día que compro el relleno, me da dolor destapar la harina también. Y me la paso acumulando hambre para cuando las condiciones estén dadas: poder comer sin estrés, haber conseguido otra harina por si acaso… Total que cada cucharada de alimento que pruebo, me da estrés por pensar de dónde voy a sacar yo la próxima comida. Y maldigo demasiado mi suerte cuando recuerdo que antes eso no me preocupaba. Porque dí la comida por descontado alguna vez en mi vida. Porque alguna vez se me pudrió un jamón en la nevera y lo boté, porque regalaba lo más feito a los ropavejeros y mendigos… Y hasta una vez regalé un pote familiar de taco con un kilo de leche porque qué ladilla, yo tomo es toddy y esa leche tiene peloticas. Fuchi.

Jamás pensé que iba a quitarle moho y babaza a una lonja de jamón porque «todavía sirve» o sacarle un insecto al café viejo de la cafetera y pa’ dentro. Jamás pensé despulgar abejas y avispas a una panela para endulzar un café, ni guardar carapachos de pollo para sopitas con el esmero que no tenía ni para guardar pechugas. Jamás creí en la vida que iba a pasar mis días odiando a cada webón que pone el REPOST de las fotos de una arepa con caraotas que vio por allá en un Twitter. Que ni siquiera es de un ciudadano de aquí, sino el del carajo aquel que se fue a vivir a UAGADUGÚ y montó esa mierda porque encontró de todo por allá y extraña a Venezuela y su gastronomía donde ese preciado tesoro era comida ‘e pobre. Conmemorando un país que no existe ya… Y haciendo que me arrepienta, incluso, de haberle dado una lata de sardinas a mi perro cuando tenía quince años…

Ahora sí entiendo a los abuelos excéntricos de mis amigos, esos que se vinieron de por allá por la guerra y acumulaban alimentos en su cuarto asustados… El hambre los cambió por completo. Y me cambió a mi también. Porque eso sí puedo jurar. MÁS NUNCA EN LA VIDA VOY A OLVIDAR EL HAMBRE Y ESTO QUE SE SIENTE CUANDO NO HAY NADA QUÉ COMER… Y es seguro que el día que haya comida, esconderé paquetes de harina, enlatados, alimentos y bebidas en polvo entre un cuarto… Y todos me dirán loca… Porque yo ya enloquecí…

13 Comentarios

  1. Yo también pasaré a ser uno de esos excéntricos, aunque pensándolo bien, lo soy . Yo soy un nazi de la distribución y regulación de la comida en casa.

    125 gramos de milanesa era la cantidad que debía ingerir. Aunque existe cierto acomodo ya y la verdad es que estoy empezando a comer en la calle. Pero una teta de colita desbalancea mi quincena y toca tomar medidas inhumanas contra mi y de vez en cuando contra los míos.

    Y en cuanto a los gordos, yo lo fui, y jamás negué ni niego mi pasadera de roncha ante lo asombrada que queda la gente que llegó a verme en mis 111 kilos comentando que estoy en dieta. La razón es simple: yo no soy alcahuete de un régimen que dispuso de mi vida por un proyecto del megalómano de Chávez, ni pienso respetar el criterio de un acefalo chavista que se siente ofendido cuando uno acepta su condición.

  2. Relevante, absolutamente. Tenemos el chip cambiado. Pero ni sueñen esos cdsm que hay personas que les vamos a pedir el carnet de la patria o ir a hacer cola. Lo siento. Yo no crecí así y no pienso morir así. Al final el hambre y la arrechera hablarán. Y ahí estarán los que hoy no asumen sentir ese impacto. Y contarán conmigo también. Creo que uno debe volverse nazi de la alacena mientras los demás van agarrando conciencia. Toca esperarlos, porque una golondrina no hace invierno… lamentablemente…

  3. @Veevee:

    Yo desisto Veeve, yo no puedo esperar a que el mundo cambie. No es secreto que estamos en donde estamos porque la media venezolana lo quiso así; bien no pudo predecirlo, aceptó el costo de lo «grautito»; que vivan la vida.

    Ahí los ves negándose, yo no pienso contrariarlos, de un tiempo para acá siento que no es obligación mía abrirle los ojos a quien no lo merece. Soy macabro, y a veces coopero con el mojón mental.

  4. :D no sabía que aquí había gente que pensara como yo y no se sintiera culpable. Aunque sabes? Este país será de los que le echaron bola mientras la pela se daba y de los emigrantes que vuelven. Agradezco no ser el común del venezolano. Me rindo en intentar cambiar al mundo, pero hago mi mundo mejor trabajando, trabajando y trabajando…total, eso importa más cuando vivimos rodeados de mediocres

  5. @Veevee: En efecto, trabaja por tí y por los tuyos. Es necesario.

    Y sobre: de quién será o no séra Venezuela cuando el caos mute, no lo sé. Serán de los que prevalecieron, y no quiero decir de los honestos, sino eso: de los que prevalecieron.

    Yo de venezolano no tengo nada – siguiendo el orden de ideas . Soy ajeno al chovinismo aunque mis gustos gastronomicos se vean limitados por la comida venezolana, que con gusto la comía, pero como verás . . . ya no tanto.

    Cambiar el mundo es complicado.
    Cambia el tuyo que con eso basta.

  6. El lloriqueo escuálido intensificado!

    Tenía años sin visitar panfleto negro. Qué gracioso que anda más disociado y ridículo que nunca.

  7. COÑO CHAMO QUE FINO ENCONTRARME A ALGUIEN QUE POR LO VISTO VE OTRA VAINA! de casualidad no sabes dónde pueda conseguir aceite, harina pan, arroz, lentejas y espaguetis?

    Si sabes dónde hay pañales échame la manita porque estamos buscando y nada que se encuentran, me da cosita con mis amigas que ahora le ponen es trapos de manto polar a los niños en pantaletas plásticas. Para Maracay la cosa. En caso de que sepas, tírame dato para podernos ayudar. Lo que pasa es que yo vivo como en la escualidez del país y no veo tanta maravilla como tú. Y como defiendes y tal una disociación mía, ayúdame a ‘desdisociarme’ porque estos coñoemadres amigos chavistas míos es puro blablabla y tampoco consiguen para ellos! Un besote!

  8. Joven? Si nos puede ayudar? O me va a salir con la misma vaina que mis amigos chavistas en el consejo comunal, el famoso: «no mami si acaso tengo para mí, y eso fue haciendo cola, de verdad disculpa» porfa, no me vengas a hablar de disociación cuando no puedes tampoco ayudarme por no tener manera de hacerlo. Me haces pensar más bien que el discociado eres tú, por decir que yo hablo paja, estando los dos igual de jodidos :( entonces no podría entender qué ves tú si no me muestras qué puedo hacer, algo que seguramente estás haciendo, ya que me dices que no tengo razón.

    Y porfa, también necesito otra ayudita para un niño que convulsiona, y hay que ‘desdisasociar’ a los papás: dónde podemos encontrar tegretol? Eso es baratísimo pero en el área escuálida no hay. Y seguramente tu no ves tan mal las cosas porque puedes encontrar tambié de eso. Yo te lo pago :)

    Ayúdame a ver el país como tú lo ves. No seas como los demás chavistas que quieren es obligarlo a uno pero será que no quieren, porque siempre dicen que están jodidos también. Un abrazo! Sé la diferencia!

  9. Día 4. El joven sencillamente, hizo lo de cualquier chavista. Tiró veneno y no ayudó.

    No ayudó a romper esa barrera que me impide ver otro país. Uno distinto al que él ve, y es capaz de llamar «lloriqueo» a lo que expongo, demostrando una vez más, que aunque ellos tengan un «post que no harían en Facebook» primero muertos que decir que están jodidos.

    Gracias por su atención…

  10. Cuando veo gente como Nachoman Randy me gusta referirme a ellos como sujetos.
    Merecen contemplación y no lo digo en joda.

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