Por miedo, por falta de formación, por sumisión, por desinterés, por negocios o por capricho, la MUD ha dejado pasar ocasiones históricas para terminar de tumbar a la dictadura, 2014, primero de Septiembre de 2016, elecciones presidenciales Maduro/Capriles, y cualquier otra que usted considere.
En fin, bien o mal la unidad ha estado ahí para liderar esta lucha, mi reflexión, el día de hoy no va dirigida a ellos, por supuesto he exigido y exigiré mucho más, a final de cuentas, ellos también se deben a nosotros, esto va dirigido a todos quienes lo puedan leer, a lo que llamo la Venezolanidad.
La Venezolanidad lo podemos describir de muchas formas, la más común de todas es la viveza criolla, para otros puede ser la estupidez criolla, en nuestro falso nacionalismo, en nuestra defensa irrestricta a nuestras mujeres, a nuestras playas, al Salto Ángel, en nuestro amor puro y sincero a la Cerveza y al Ron.
Nuestro falso nacionalismo, ese que nos permite decir a los 4 vientos que somos el “mejor país del mundo”, esto es falso, Venezuela no es el mejor país del mundo. El nacionalismo no se sustenta en la palabra, eso es para los políticos. Para llegar a ser los mejores debemos poner los pies en la tierra, asumir donde estamos y caminar hacia adelante, pero ¿por qué nos cuesta tanto tener los pies en la tierra? Puede haber mil respuesta para esto, tal vez sea una respuesta científica, lo tendrán que averiguar sociólogos y/o antropólogos.
Lo que no me cabe duda es que no tener los pies en la tierra nos ha llevado a donde estamos hoy, a 24 horas de la muerte del Estado tal y como lo conocemos, no tener los pies en la tierra, hizo asumir a la MUD que teníamos una salida democrática, los hizo defender y luchar por unas elecciones que nunca existieron, los hizo decepcionar a millones de personas con sus convocatorias fallidas. Ahora bien, muchos de estos millones, tampoco han tenido los pies en la tierra, al tener una confianza irrestricta en la unidad, al no entender que chavismo y oposición negocian, y al nunca haber entendido contra que nos enfrentamos. A los que han tenido posturas bien definidas, los han llamado radicales, en ocasiones los han dejado solos, a los Leopoldo, a los Ledezma, a las Maricori.
Permítanme decirle por si acaso aun usted no lo entiende que estamos en una guerra, desde hace 4 meses, lo que ha ocurrido en los últimos 120 días son abiertamente enfrentamientos, entre la sociedad civil y el Estado, en Caracas estos enfrentamientos van de bombas contra piedras en la autopista a las 4 de la tarde, ha intercambios de disparos desde Caricuao hasta Petare, pasando por el Valle, por su puesto con foco en el sureste de la ciudad, en los Andes, Tachira y Merida ha sido dolorosa, Barquisimeto pareciera ser el epicentro, Lecherías, Valencia, Maracaibo, más de lo mismo.
Estos enfrentamientos han dejado más de 100 muertos (civiles, cuerpos de seguridad, mascotas), miles de detenciones, tribunales militares, allanamientos, torturas, violaciones, y un sinfín de aberraciones que no son noticias conocidas por las masas. A pesar de este escenario parte de la ciudadanía en su más infinita ingenuidad pretende denunciar formalmente ante el estado parte de su accionar, señores despierten, estamos en una guerra contra ellos, y se mofan de sus quejas.
Lo podemos decorar con el concepto que a usted más le guste, pero la realidad es que estamos en una guerra, es duro, es difícil, es doloroso, pero tenemos que asumirlo. No puede ser que en este ambiente, existan Venezolanos, de esos que tienen 5 gorras tricolor, de esos que defienden a la Arepa hasta el cansancio, que hoy pretendan seguir sus vidas con normalidad, entre bares, playas, ejercicio, en lo personal no entiendo de la Venezolanidad como algunos lanzan molotov a una tanqueta a las 2 de la tarde y las 2 de la mañana estas en un local en las Mercedes. Así no son las guerras, no pueden ser así, si esta es así, en definitiva es una guerra pérdida, y dependemos únicamente la FFAA, de la nuestra o de la Americana para salir de esto.
¿Qué significa perder esta guerra? Creo que es el centro de la discusión, no tener los pies en la tierra, significa una evidente falta de formación para entender la relevancia de algo tan fundamental como una constitución. Perder la constitución que hasta hoy está vigente puede significar que para el martes 1 de Agosto a las 2 de la tarde tal vez ya no seamos Venezuela, y nos llamemos República Antimperialista de Chávez, puede significar la aniquilación por completo de la propiedad privada, puede significar que no salga un solo vuelo comercial internacional de Maiquetía, el Chavismo se puso la soga al cuello por jugárselo todo, debemos dejar de pensar en el “yo no creo”, nosotros también tenemos la mismo soga al cuello ¿Qué más demostraciones necesitamos para entender a que nos enfrentamos?
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Entiendo aquel concepto que dice “cada quien asume el problema a su manera, en la guerra también existe el esparcimiento, el amor, etc.” Yo lo entiendo perfectamente pero también deben entender todos, que estamos en el momento más delicado de nuestra historia republicana.
Esta crítica puede herir susceptibilidades, lo asumo, si está leyendo esto espero que sea lo suficientemente maduro para entender que no se trata de una critica de niñas de 13 años, se trata de su futuro, de su alimentación, de su medicina, de su propiedad. Espero que habrá los ojos y que si tiene una necesidad infinita de colocar en las redes una foto de su caja de cerveza, lo piense 2 veces, si esta fuera del país, piénselo 4 veces, piense que su familia tal vez no consiguió comida y no se lo ha dicho para no preocuparlo, piense en el joven de 20 años al que le acaban de perforar una pierna de un balazo, él y todos esos jóvenes merecen respeto.
Recuerde, el martes podemos pasar de ser República Bolivariana de Venezuela a ser República Antiimperialista de Chávez, es hora de que ponga los pies en la tierra.
Tal vez me equivoque, tal vez solo este alarmado.
