Ningún escenario global escapa de las posibles trampas. ¡Ninguno!
Aunque el árbitro esté vendido, la competencia esté distorsionada y las condiciones no sean justas, ES MEJOR PERDER PELEANDO LA BATALLA, que perderla por no presentarse a luchar.
Si la competencia sucede. La historia tendrá registros, indicios o pruebas para revisar y algún organismo, árbitro, persona o iniciativa en el mundo podría en el futuro descubrirlo y a su vez impulsar algo para contrarrestarlo o penalizarlo.
Si la derrota ocurre de forma «automática»,simplemente porque los defraudados o frustrados NO se presentaron a competir (como se decía cuando era niña y jugaba volleyball: «perdieron por forfeit»)… ¡Ahí NO habrá nada que investigar y el otro se habrá salido con la suya!
¡La historia NO perdona! Como decía un amigo: «La mierda siempre sale a flote»
Mira cómo Lance Armstrong no pudo eludir el peso de la ley, a pesar de haber pasado muchos años de haber engañado al mundo con sus esteroides y cómo Bill Cosby, hoy confronta la posibilidad de ir a la cárcel, gracias a las mujeres que no se dejaron joder por el poder, el dinero o la fama y decidieron acusarlo por la presunta violación que cometió contra ellas.
No me gustan las elecciones regionales en Venezuela, no me gusta la oposición venezolana, no me gustan las condiciones en las que se están dando los procesos políticos del país.
Sin embargo:
Prefiero mil veces que exista una «posibilidad» de que mi voto sirva para algo (aí sea para que se descubra un fraude a futuro), que una «certeza» absoluta de que el mal se legitimará nuevamente, sólo con el voto de sus fanáticos ciegos o amedrentados.
Esa certeza, sería una puñalada a la memoria de los que murieron protestando hace poco, una patada a las esperanzas de los ciudadanos presos por esas protestas y un gancho al hígado a los que aún seguimos creyendo que es posible tener una Venezuela diferente…
Sólo imagina al personaje del gobierno que más rechazo te genera, anunciando su victoria aplastante en porcentajes y con la certeza en sus ojos de que efectivamente ganó porque no necesitaron hacer fraude. Simplemente porque nosotros los frustrados no fuimos a votar…
Me dieron ganas de vomitar sólo de pensarlo… Perderé por fraude, pero por no luchar, ¡JAMÁS!
Nada de lo que tengas que hacer este domingo, será más importante que hacerle algo de oposición ciudadana a este gobierno con tu voto. Son tan malos los opositores como el gobierno, pero si en algo se respeta la elección, al menos ganará el malo que yo elija, no el que a mí me impongan unos rufianes.
Gloria.
Twitter: @Desafiantemente