Síndromes venezolanos

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No pocos piensan que en Venezuela hay ciertos síndromes que se han vuelto insignia de nuestra sociedad (para bien… o para mal mejor dicho). Caminando por las calles uno puede encontrarse con una gran variedad de individuos que, pese a sus peculiaridades, guardan cosas en común, y que si los analizamos nos permiten armar un patrón de su conducta y extrapolarlo a otros individuos (adecuada e inadecuadamente), de manera que se puedan agrupar en diferentes categorías.

Varios de estos comportamientos bien podrían pasar como patológicos, y seguro muchos lectores han encontrado a algún afectado. Una persona puede sufrir de uno, varios o todos los síndromes a la vez y aparentemente, ser un individuo funcional. Cabe destacar que hay algunos que todavía deben ser descritos y discutidos, por ello aún no aparecen en la lista. Sin más charla barata, veamos cuales son:

 

• Síndrome del perdedor

Muy extendido, y el mejor documentado debido a su frecuencia. La victima se caracteriza por una falta de responsabilidad ante sus propios fracasos, muestran una tendencia compulsiva de atribuirle la culpa de dichos fracasos a entes considerados enemigos.

Casi todas las veces estos personajes antagonistas son completamente ficticios o imaginarios. Esta actitud se mantiene (negación) incluso cuando queda demostrada la absoluta responsabilidad del afectado en sus errores, o la falta de pruebas de existencia o culpa de los supuestos enemigos.

Para estos individuos, todos los males de la humanidad son culpa de estos enemigos poderosísimos ficticios, y que conspiran contra él o sus ideologías debido a que él conoce una «verdad» que según su teoría, nadie debía saber. Pueden desarrollar un trastorno delirante, también llamada psicosis paranoica.

Presentan fuertes creencias en teorías conspirativas de dudosa veracidad, esto parece alimentar la lista de la victima de sus enemigos fantasmas. Algunas veces estos individuos consiguen fama gracias a que buscan la manera de obtener poder y recursos para luchar contra estos enemigos. Lo que hacen después con dichos recursos sigue siendo objeto de investigación. A la fecha no se ha podido comprobar la existencia de ninguno de ningún conspirador en su contra.

Ejemplos:
-Personas que dicen cosas similares a «El dinero no me alcanza, culpa de la guerra económica del imperio», independientemente de que la carencia de efectivo del individuo se deba a que en realidad se lo gasto todo en el consumo de bebidas alcohólicas, solicitando los servicios de trabajadoras sexuales, o simplemente por depender y defender a un sistema económico defectuoso, apoyado por él mismo en aras de luchar contra sus «enemigos», repitiéndose el ciclo.

-Personas que hablan de iluminatis, masones, extraterrestres, la CIA, el capitalismo salvaje, el Mossad, el G2 cubano, la oposición o supuestos planes del gobierno estadounidense, y culpan a alguno o a todos de los anteriores de sus desgracias personales.

Casos famosos: Hugo Chavez Frías, Nicolas Maduro, Diosdado Cabello, y personas afines al PSUV o al PCV.

síndromes
Ejemplo de posible afectado por el Síndrome del Perdedor

 

• Síndrome del Robin Hood egoísta

Quienes poseen esta condición desarrollan una cleptomanía selectiva, que solo se manifiesta cuando están en presencia de individuos que, a juicio del afectado, poseen un mejor estatus económico que él, lo que justificaría su cleptomanía.

En un gran porcentaje este síndrome puede aparecer simultáneamente con un trastorno antisocial de personalidad o con una combinación curiosa con ciertos rasgos del síndrome del perdedor. Aquello que consiguen hurtar jamás es dado a alguien más en necesidad, sino que el afectado se considera a si mismo como el más necesitado, dándole así el nombre a esta enfermedad.

Ejemplos:
-Alguien que diga «vamo’ a robarle a ete que se ve que tiene rial». Señal de que estamos ante una inminente víctima, y debido a su vocabulario, nos indica también que podría tratarse de alguien peligroso.

-Personas que intentan justificar cualquier tipo de robo podrían ser también sospechosas de padecer este problema.

-Personas que dicen «a mi me hace más falta» también son sospechosos.

Casos famosos: El Yonaiker que nos atraca a todos alguna vez en la vida, Chavez, la mayoria de choros, los responsables de empresas expropiadas.

 

• Síndrome del falso dictador

Aquellos quienes la padecen son fácilmente detectables debido a que en algún momento del día, su tono de voz se elevará lo suficiente como para poder ser escuchado en cualquier lugar del edificio o calle. Estas personas se caracterizan por considerar sus ideas como las únicas verdaderas existentes, sin importar si las mismas son contraproducentes o poco convencionales hasta para ellos mismos. Descartan cualquier objeción a las mismas, y desarrollan aversión hacia quienes las cuestionan.

Pasado un punto, empezaran a defender dichas ideas con violencia verbal, falacias lógicas, amenazas y hasta violencia física, derivando en el nombre de esta condición. En algunos casos un poco atípicos, la enfermedad se presenta junto con megalomanía o delirios.

Sin embargo, su actitud se vuelve sumisa y pasiva cuando enfrentan un peligro real, ya sea un fenómeno natural, su auto averiado en alguna autopista nacional, el sonido de una motocicleta de baja cilindrada, un antisocial armado, o un silencio prolongado en un consultorio médico, exámenes de sangre en mano. Muchos testimonios aseguran que la convivencia con los afectados es problemática y extremadamente conflictiva, dando lugar a disputas familiares, divorcios, mal desarrollo de la relación con los hijos o rupturas amorosas.

Aunque anteriormente se estimaba que los individuos de sexo masculino eran más propensos a padecer esta condición o que eran el grueso de los afectados, investigaciones más recientes revelan que el sexo es irrelevante y hombres y mujeres pueden padecerlo por igual, cuando esta condición se presenta en mujeres, vulgarmente se le conoce como «cuaima».

Ejemplo:
-Personas con mal manejo de la ira, poco control del tono de voz, con tendencia a subestimar el intelecto de su interlocutor o pensar que este es sordo. Si usan frases como «¿Tu me estas oyendo carajito ‘e la v*rg*?» podrían padecerla.
-Aquellos que usan frases como «Es como yo lo digo y punto» sin establecer el porqué, seguidamente de un golpe a algún objeto o mesa.
-Gente con poca o nula capacidad para negociar o intercambiar ideas en sociedad, son del «Todo o nada» con alguna amenaza incluida.
-Personas fanáticas de algún partido político o religión que defienden pobremente las ideas de estos grupos ignorando la opinión de los demás, sin importar que su visión sea perfectamente refutable.

Casos famosos: Diosdado Cabello, Nicolas Maduro, padres de familias disfuncionales, ciertos tipos de borrachos, Chavez, Iris Varela, doñas del Cafetal, fanáticos católicos, muchas ex-esposas, personas afines al PCV.

 

• Síndrome del majarrecho

Característico de muchos venezolanos en el exterior, aunque en Venezuela aún hay muchos afectados. Quienes padecen este síndrome son reconocibles debido a una fijación poco realista con las costumbres y valores (y antivalores) de su país de origen. Estos individuos consideran al mundo como algo homogéneo y por tanto, creen que todo el mundo es o debe ser como ellos o como el mundo que dejaron atrás al emigrar.

Esto mismo hace que irrespeten constantemente las reglas del lugar donde se encuentran, o que pretendan que su país receptor se adapte a ellos en su totalidad. Al ser una patología específica de la sociedad venezolana, los afectados por la misma suelen darle mala fama a otros o a todos sus coterráneos en el extranjero que no padecen este terrible problema.

Pueden ser confundidas con individuos xenófobos o racistas debido a su falta de prudencia y consideración al usar ciertos apodos o chistes. Hay un gran porcentaje, que ronda el 40% de los afectados, que no exaltan ni les interesan las cuestiones venezolanas, sino que su percepción de lo que es «majarrecho» reside en ellos mismos, vulgarmente son llamados «agrandaos» debido a su ego inflado y narcisismo. No suelen ser buenos para trabajar en equipo ni para mantener la seriedad cuando la situación lo amerita.

Ejemplos:
-Personas que dicen «Venezuela es el mejor país del mundo, tenemos el salto Angel, las arepas, o las mujeres más bellas»
-Personas que catalogan a algo o a si mismos como que son «de pinga» solo por ser algo Venezolano.
-Individuos demasiado nacionalistas y poco humildes. Se consideran a si mismos como los «majarrechos».
-Personas que pese a aparentar humildad o fragilidad, insisten en su idea de supremacía venezolana.
-Quienes toman todo a «mamadera de gallo» solo porque es un hábito venezolano que consideran «sano»

Casos famosos: los llamados «mayameros», muchos llamados «sifrinos del este del este del este», chauvinistas de facto, cualquier inmigrante venezolano que no sepa respetar, valorar o adaptarse a la cultura de su país receptor y lo sustituya todo con su cultura alegando que es mejor, personas que usan las palabras «Venezuela» y «el mejor país del mundo» en la misma oración, las misses.

 

• Síndrome de la apatía intermitente

Común en la pubertad. Conocidos de manera coloquial (y vulgar) como «agüevoniaos», «pajuos», o en el mejor de los casos «achantaos», quienes tienen el síndrome de la apatía intermitente poseen una falta, de severa a moderada, de vitalidad, desgano o fuerza de voluntad para nada. Personalidad cínica, nihilismo, pesimismo forzado, incapacidad para mejorar ninguna situación que merece atención. Muchos afectados presentan tendencias depresivas.

Carecen de empatía, visión negativa del mundo entero. Habilidades sociales pobres, falta de interés en todo lo que se espera que el afectado manifieste interés, falta del deseo sexual, falta de espontaneidad, poca creatividad, adicción a las redes sociales.

Pereza muchas veces inexplicable. Extraordinariamente, su actitud se torna diametralmente opuesta al escuchar la palabra «rumba», hasta ahora esta es la única palabra que se ha comprobado que puede de hecho cargarlos de euforia, júbilo, energía y sensación de felicidad, para volver a su estado de apatía después de la llamada «rumba».

Ejemplos:

-Personas que te piden que les pases el control, teléfono, toalla o vaso de agua, aún cuando lo tienen al lado.
-Quienes que se dejan quitar el turno injustamente en una cola.
-Personas que no entienden cuando estan siendo enviado/as a la friendzone.
-Individuos que creen que nada de lo que hagan va a cambiar nada a su alrededor.
-Aquellos que no entienden una indirecta o un chiste de doble sentido.

Casos famosos: Muchos adolescentes, pre-adolescentes, algunos post-adolescentes, esta su servidora en aquella época, chamos después de cualquier protesta organizada por la MUD.

 

• Síndrome de la señora sincretista

Se suele pensar que muchos individuos que padecen este síndrome son mujeres en edades post-menopáusicas, sin embargo puede presentarse en cualquier individuo adulto de cualquier sexo. Se caracterizan por mantener creencias muchas veces contradictorias entre si, solo porque un amigo,
familiar o vecina le dijo que lo hiciera, pueden ser altamente influenciables.

Colman a todo el mundo de bendiciones o maldiciones (dependiendo de la persona). Creen que todas las cosas malas que les suceden se las atribuyen a una supuesta brujería, pava, mercurio retrogrado, mal karma, mala suerte o mal de ojo (pronunciado «mardiojo»). Y que las cosas buenas son milagros, bendiciones, ayudas de las estrellas/algún espíritu, señales cósmicas, las energías entre otras.

Más que devotos de cualquier religión, los afectados presentan un exceso de seguridad de la existencia de supersticiones poco probables que a veces pueden paralizarlos y desconectarlos de la realidad y de lo que pueden hacer por si mismos sin necesidad o ayuda de rituales, por lo que llega un momento en que su conjunto de creencias pueden crear una reducción artificial de su autonomía.

Hay ciertos casos bastante conocidos, aunque se desconocen las cifras, en donde mezclan todas sus creencias con otras poco fundamentadas (o directamente desinformativas o dañinas) sobre salud y fitness, derivando en dietas con apellido de dudosa seguridad o eficacia (dieta del chimo o del limón).

Ejemplos:

-Personas que se hacen limpias, se leen las cartas, se leen el horóscopo, adornan con Feng Shui, van a misa cada domingo, le fuman un tabaco a alguien, rezan rosarios, hacen yoga kundalini, van a todas las fiestas y rezos de todos los santos, van a talleres espirituales, van a la montaña de Sorte, solo escuchan pop suave en español o canciones cristianas, ponen cristales en la casa y ciertas plantas que alejan supuestos «malas energías», creen en el cielo pero también en la reencarnación. Todo al mismo tiempo, a veces hasta el mismo día.
-Personas que hacen dietas «depurativas» que limpian «el cuerpo y el espíritu».

Casos famosos: Brujos charlatanes, familiares que mandan cadenas religiosas de Whatsapp, los distintos individuos que dan horóscopos televisados en canales públicos, tías que mandan fotos de piolín, Chavez, Maduro.

 

• Síndrome del disociado esperanzado y positivo

-Cuando hablamos de alguien con este problema, estamos hablando de aquel individuo que, debido a una incapacidad absoluta para lidiar con el estrés o los problemas, recurre a suplantar, mediante una serie de complejos procesos mentales y emocionales que involucran algún trauma; sus creencias y sentimientos por otros que se consideren socialmente más benévolos o «positivos» como un mecanismo de defensa de la realidad.

Suele presentarse junto a rasgos como esperanzas sin fundamento y poca visión del futuro. Pese a ser aparentemente optimistas, la capacidad de estas personas para resolver problemas o para mantener la calma suele ser nula. Tienen depresión en secreto.

Ejemplos:

-Personas que dicen «Esto va a cambiar», «Esto no pasa de diciembre».
-Personas que dicen «Relájate y se feliz» en pleno funeral de tus padres.
-Quienes creen que todo les caerá del cielo o les brotará del subsuelo.
-La gente cuyo único argumento para mantener su falso estado de animo, es aquella estadística sesgada que relacionaba el mal humor con un peor desempeño laboral.
-Los que dicen «apostar por Venezuela» mientras gastan todo su sueldo en un kilo de sardinas o cualquier alimento.
-Chamos que quieren huir de la idea de emigrar o del suicidio.
-Aquellos que huyen de la realidad intentando convencerse de que «todo va a mejorar» sin saber cómo.
-Profesionales de credenciales dudosas que ofrecen consejos para «Ser feliz y ser mejor persona, lograr tus sueños, ganar el cielo, ser muy inteligente, tener el mejor trabajo, tener la mujer que quieras y ser millonario».
-Personas algo ingenuas que depositan sus energías y esperanzas en alguien más que les asegura resolver sus problemas.
-Personas que ponen frases positivas o alegres todos los días en las redes sociales cuando en realidad son los más depresivos de su circulo social.

Casos famosos: Casi todos los expertos en coaching, ciudadanos que se creen sociólogos, gente que dice «el tiempo de Dios es perfecto», la gente que dice ser positiva incluso cuando están a punto de morir, políticos de oposición «batequebraos», economistas desempleados, muchos psicólogos desempleados.

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*Este articulo fue enteramente creado con motivos de humor y no debe ser usado para diagnosticar ninguna condición psiquiátrica. La autora no se hace responsable por un posible mal uso. La misma confiesa haber sufrido alguna vez al menos uno de los síndromes mencionados.

**Toda critica o insulto que reciba este material sin tomar en cuenta estas consideraciones será ignorado. Cosas como «¡Lo que pasa es que todavía eres una carajita, no sabes nada, vas a ver, vas a extrañar las arepas cuando estés en el imperio y dios te castigará!». Cualquier duda, curiosidad, corrección, historia personal o señalar un horror ortográfico será contestada o complementada con la mayor brevedad posible (o cuando haya internet).

***Prohibida su venta, alquiler, trueque o cambio por bonos o cajas CLAP.

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