me dan igual las paraparas
y los cachos de los jabillos
las flores amarillas
y los colores del sebucán
la boca de la cayena
el clítoris de la orquídea
y la lata enorme
de crema Nívea
(esdrújula porque es así)
me resbalan el colibrí
la brisa negra de El Llanito
el takititaki de la mina
y los cachitos de la Flor
(tú ponle el nombre
de tu urbanización)
me importa un coño
El Hatillo me sabe a bola
El Cafetal, L’Antró
La Mujer Diablo
y La Mujer del Policía
y esa piel tersa del que
fuma en los cayos
el San Nicolás de Sears
y las muñecas repollito
únicas, certificadas
me dan igual la pega industrial
y tus cuadernos de collage
me enfurecen los tucanes
las huellas del alacrán
los nidos de escolopendra
y los caracoles del mar
la fulía, el llano, las metras
y los carros que iluminan
cotas de la ciudad
costas, cestas, los turpiales
y también el gavilán,
la carne seca del chigüire,
la muelas de morocota
y las ristras de chicharrón
me importan un coño el comino
y la calidad imposible del ron
el precio del perico,
las perezas, los tepuyes,
la crucecita en el pico
la maicena y el ojo negro
en la cola del pavón
ya no me importan esa lunas
ni la arena de los medanos,
ni la brisa de las dunas
ni el menú de Tarzilandia
ya ni siquiera me importan
los caballos del Tolón
la sombra de los mangos
o que me digan mi amor.
Prefieres a tus hijos ladrones
no me vengas a decir que no
pistoleros, narcos, malandros,
secuestradores y mineros
para ellos son esas uvas verdes
para tus cardúmenes
de anjovas frenéticas
lentejuelas asesinas
en la corrupción abisal
del Caribe
Que se queden con todo
con el cacao también
y con esos culos
perfectos como auroras boreales
aureolas globulares
setentonas, de novela
que se lleven a Rudy Rodríguez
y a Gigi Zanchetta también
que se lleven toda
esa verga y embotellen
la espuma y el sol
las tonadas y el tambor
los crepúsculos
y el aire de Jabón
el casabe y la leche
condensada
De verdad no me importa:
El país cabe
en una lata de Toddy
y ese lo venden
a seis cuadras
de mi casa en Brooklyn.
Métanse
su Trópico
por ese culo
En la ciudad de la eterna primavera
ya nadie sabe lo que es la primavera