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Mi vida a través de las putas (XVI)

Que hija de puta Luna, que mujer mas rica. Es una diabla, desvergonzada, sádica, diabólica, es un agujero negro de placer.

Perdón, empecemos por el principio.

Encerrado en pandemia todo mi morbo se centraba en el celular, pornhub.com, forodecostarica.com, whatsapp de todos los puteros que pude, muchos publican fotos de las chicas, promociones diarias, horarios, precios.

Y en aquella famosa sala de masajes «tántricos» publicaban, casi a diario, fotos de Luna. Tenía una carpeta en mi celular dedicada a ella, y es que por los clavos de Cristo y los jinetes del apocalipsis, que mujerón. Por el foro me enteré de que era venezolana, y eso la verdad me agüevó un poco. Las venezolanas tienen mala fama de extreras, rateras, tracaleras, pantalleras, habladoras y estafadoras. No tengo pruebas, porque la verdad hasta ese momento no me había atendido con venezolanas en Costa Rica, pero tampoco tengo dudas de que eso sea cierto, uno conoce su ganado y si, es bastante probable que las más honradas y breteadoras del ramo no sean precisamente las venecas.

Igual esta hija de puta estaba tan rica que tenía que probarla, después de hacer una pequeña investigación de mercado, la tipa tenía muy buenos comentarios, buenas reseñas, así que que carajo, ayudemos a la patria, adelante a luchar milicianos, que viva venezuela mi patria querida, y si un día tengo que naufragar y el tifón rompe mis velas, que sea lanzándome con esta hija de puta de Luna.

Al verla me hice pipí en el acto, después de un año de admirar a ese mujerón en 2D la veo frente a mi, no es tan alta, tiene ojos negros y oscuros como el mismísimo big bang, pelo negro super liso, blanca, una piel hermosa, toda tatuada, hasta en las manos tiene tatuajes, un culo y unas tetas enormes con una cintura y unas piernas perfectas, todo en su sitio, todo divino, comestible, camina como en una danza de la muerte luce con ganas de sacrificarte y deborarte con solo un gesto.

Entré excitado, cagado y emocionado.

Me ducho, ella se desnuda, cuando salgo veo su diabólico cuerpo frente a mi, no sé como describirlo realmente, es una vaina de otro planeta. Pensé que si me robaban, mataban y descuartizaban me iba a morir feliz. Iba con la cartera llena de efectivo porque ya sabía cómo era el asunto con los «tántricos».

Comenzó el masaje, yo boca abajo, ella masajeó mis piernas y espalda primero con sus manos, luego con sus mega-deliciosas tetas y luego con su totona. Me rosaba las orejas con sus labios y sus pezones. Creo que pocas veces en mi vida he estado tan excitado.

Me ordena que me volteé, empieza a masajear con su cuerpo y sus manos mis piernas, mi pecho y mi pene. Le pido besarla. La besé toda, toda, como a una diosa, en una de esas le pido los besos en la boca, me comió la boca, no me besó, me tragó. Estaba en manos de una verdadera traga-hombres, le rogué hacerle un beso negro, como una diabla me dice «quieres chuparme el culito?», yo era su mascota, yo un chihuahua al frente de semejante dragona, me dice que si, me la deboré, me la volví a comer de los pies a la cabeza, wuayo yoyooo, sal de ese cuerpo maná, hicimos una especie de sesenta y nueve, pero ella masturbándome y yo chupando todo lo que podía. En ese momento el universo implosionó, alguna vaina paso. Una diosa, que mujer, venezolana tenías que ser nojoda.

No me robaron, no me desmembraron, no vendieron mis órganos, no me secuestraron, pero de alguna manera me robó la energía vital, se la tragó sin ninguna compasión, me destrozó los chakras, me maldijo para siempre en un puto orgasmo de placer.

Que viva la cachapa, la arepa y Simon Díaz carajo, viva Venezuela mi patria querida quien la libertó mi hermano fue un caudillo hijo de puta, recordé el Avila, el Salto Angel, el Roraima, las pelúas y los perros de plaza Venezuela.

Qué tantra ni qué prana ni qué kamasutra ni que nada, viva Venezuela cabrones!

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