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Un anciano solitario en la estación Central. -Daniel Pratt
Desde una trinchera de inconformidad invitamos a los sedientos de expresión, a los frenéticos buscadores de espacio, a los oprimidos por los estándares para que vengan a gritar "BASTA" con nosotros.
El señor Popo Ulricht en sus años de nitidez luchó contra los alemanes por la libertad de su país, seguramente su padre también luchó contra los padres alemanes durante la gran guerra y al igual que éstos hace treinta años, Popo está viejo, difuso cargando en su bolsillo un peso intolerable de recuerdos, de resignaciones de arrepentimientos por haber asesinado a los compatriotas de su abuelo, a sus vecinos en nombre de un gobierno que no logra compensar el horror. Ahora Popo anda contando su historia, con un par de medallas en el bolsillo, carcomidas por el tiempo y el tacto de los curiosos. Ahora Popo, cuyos potentes brazos manejaron un fusil de asalto y cuyas piernas corrieron a través de campos arrasados, apenas puede levantase del asiento cuando le toca su turno en la taquilla.
-Daniel Pratt Señores del poder, corrupta será la matriz de la madre que los parió. -Alejandro Graziani
Desenfunda tu lápiz, cárgalo de dinamita y haz explotar a todo el universo con lo que tienes que decir, mata, asesina, golpea, cautiva, abraza, besa, ama con tus palabras, cambia mentes, domina continentes enteros, conviertete en la reina del mundo, tu mundo y el de otro, gana tu lucha en el eterno campo de batalla de la vida, divide, conquista y vence
Cruzando nuestra frontera autoimpuesta acerca de las discusiones políticas, los invitamos a corromperse con nosotros y negar esa oda a la incapacidad, ese compendio de escatologías que es nuestra supuesta nueva constitución.
Panfleto Negro es parido en Caracas, Venezuela. Todo el material aquí expuesto es propiedad intelectual de sus autores y publicado con el consentimiento de ellos. Entre orgullo y lástima entenderemos el plagio como la manifestación de una severa enfermedad mental. Todos en Panfleto Negro nos hacemos responsables por nuestros gritos, ideas y sonidos.