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PLACER SIN CUERPO
Dejarse rodear
Provocar lo amado
Andar a tientas
Dejar que las letras
bailoteen como dirigibles
en gravedad esponjosa
A tientas
Feliz el cuerpo
El ánimo
Tener el derecho de los niños
de abrir los brazos como barcos
a las 5 de la tarde
Dejarse llevar
por el amor
de estar sintiendo
Saberse vivo
Regocijarse de la piel y los zapatos
Probar el aire
Sentir el viento
Probar la tierra
La semilla
Probar el fuego
Sentirse vivo
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Habra un vuelo simetrico de gaviotas radiantes
cuando hagamos el amor...
Ahogaremos nuestros cuerpos
con poesias de finales abiertos
no existira el silencio
se llenara el espacio
entre tu vientre y el mio
con gemidos de luna.
Una linea de fuego , paralela a los sueños
cubrira de fragancias cada beso.
Y la aurora empuñando su ternura
temblara en este lecho...
cuando hagamos el amor.
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DIA GRIS
La tarde se le viene encima,
entra por el cristal cegándola con su brillo
ofensivo que más bien es resplandor
Martha Cerda
Cien páginas en blanco
Hoy es un día sin miel.
El día con su aullido es ilimitado,
me recuerda tus malas intenciones.
Mi piel necesita, un diamante bruto.
Mi lengua ya no cruje ni disfruta
ningún sabor que no sea el de tu cuerpo,
tus labios ebrios,
Tu sexo ciego.
Este frío crece con sus formas,
tu no estar gobierna esta asfixia.
Ven, derríteme con tu tacto,
quiero volver a ser fuego a tu lado,
quiero ser follaje y luego un follado
enorme para incendiar mis sueños
bramantes
Me urges cual consumación!
Entra porfín a mi cuerpo corsario
y sublima de una vez por todas
mi existencia absurda de mieles
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MANOS DE TRIGO
Me detuve en el medio de tanta locura
mirando por encima de tus hombros,
vi tus manos de trigo
sacudiendo soledades,
un arcoiris lleno de grises
crepitando por tus ojos.
Oigo subir tu sombra por mi sangre.
En el medio de tanta locura
muero buscando rincones
llenos de patios celestes,
de soles, de cuerpos,
de temblores grandes como el cielo.
Me levanto,
busco sonidos
y suelto la tibieza del olvido,
adivinando en el rezo de tu boca
las palabras de amor que necesito.
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el túnel de alicia
Después del espejo
tierra adentro y sin mapas
llegué a él
acaricié sus brazos
cayó una semilla
sacudí de la falda los cristales
le pedí girasoles
y cayó otra
puse tréboles
en los bolsillos de los transeuntes
y en sus rostros
polvos de arroz
te amo
¿Te sentarás a mi lado
junto al fuego
a ver el rostro de las pavesas
ahora que lo sabes?
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