a todos los que ya no pueden disentir ni en su propia revista.
A un mes de una salvaje guerra relámpago, varios pueblos en algún lugar del medio oriente yacen en ruinas, las calles de las capitales del mundo están repletas de vestiduras rasgadas y en el subsuelo cubano yacen otros miles de muertos nuevos por causas naturales, entre ellos, 3 terroristas.
Ya que el embajador de Cuba en Venezuela habla como un miembro más del partido Quinta República, se mete en los asuntos internos de Venezuela a la mejor manera de los yankis intervencionistas y nos llama fascistas y asesinos a todos los que no estamos con el proceso, pienso que bien podría meterme yo en los asuntos internos de Cuba y opinar que los asesinos son ellos, y lo han sido durante décadas.
El gobierno cubano luchó contra la continua agresión de los Estados Unidos hasta 1962, cuando Khrushchev y Kennedy firmaron el acuerdo del 28 de Octubre en el que los dos imperios decidieron el destino de la isla y que en mejores palabras decía "1. Yo meto el paro de tener un enemigo cerca para financiar mi industria de guerra, 2. Tú montas un laboratorio ideológico en el Caribe y 3. Yo no invado a cambio de que tú no arrases Nueva York"
Luego de que los soviéticos eliminaran la amenaza de la invasión, Castro comenzó a beneficiarse monetaria e ideológicamente de los experimentos más bizarros de la política latinoamericana y creó una maquinaria de terror psicológico tomando como modelo el disco "CIA & KGB, the greatest hits", todo a la vista gorda de la iglesia, los gobiernos del mundo y los "lefties" que no soportarían un año de la verdadera vida en Cuba.
Los estrechos mentales podrían pensar que tengo un problema personal con los gobiernos de izquierda. Nada más lejos de eso, muchas revoluciones son dignas de admiración y siempre me contenta que los opresores sean aniquilados. Pero en líneas generales, pareciera que tal como lo ilustrara Orwell claramente hace más de cincuenta años, regimenes como el cubano (y el norteamericano, dicho sea de paso) tienen una propensión a inventarse enemigos ficticios para prolongar el conflicto y castigar legítimamente con extremo prejuicio la disensión.
La pena de muerte por alzar la voz es tan criminal como el bombardeo de civiles o el asesinato de gente valiosa a manos del hampa común. Nuestros gobernantes, al igual que muchos, manifiestan abiertamente en contra del gorilismo yanki y luego se voltean a abrazarse con funcionarios que agreden sistemáticamente a su pueblo. Seguro, hay que condenar a los gobiernos que se pasan por el forro el derecho internacional, pero es un acto hipócrita hacerlo y luego callar ante el encarcelamiento de personas cuyo único delito ha sido protestar. Siempre en ese caso es mejor callar desde el principio y evitar incendios en los rabos de paja.
Yo le sugeriría a aquellos que cierran el pico ante estos atropellos que pongan a un lado por primera vez su militancia y protesten en contra de TODOS los asesinos del mundo. Le sugeriría también al gobierno cubano que negocie su salida con los gringos, porque luego de que solventemos algunos detalles técnicos, los venezolanos, libertadores de América, iremos por ellos.
Gracias a Alejandro Cáceres por un par de datos,
a Radio Reloj por mostrarnos el valioso trabajo que realiza la delegación cubana en nuestro país (http://www.radioreloj.cu/venezuela8.asx)
y al periódico Granma por desmentir el asunto del bloqueo comercial a Cuba (http://www.granma.cu/espanol/noviembre02/lun11/46puerta.html)
-Daniel Pratt
<[email protected]>
Editor
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En este país somos todos libres de pensar lo que nos de la gana, siempre y cuando no critiquemos al gobierno.
El problema del fundamentalismo es que pretende defender su visión supuestamente objetiva desde una posición sesgada.
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....y
se siente
desde una señal.
Mirando
Respirando en la distancia.
Las pestañas se cierran y se abren en el circulo.
Volcándose
Hablando multiplicidad
En gestos
Con lugares
Con escenas
Contigo
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Año 4. N° 46
Mayo 2003
En este número:
Ellos dictan, nosotros escuchamos...
Los mudos nos gritan las pautas, [poesía]
el Estado no puede gobernar con sólo coerción sino que necesita crear ficciones, ser una máquina de hacer creer [libros]
la política entendida como publicidad de productos tapa amarilla, del culto al gorilismo militar en el este y el oeste [cine]
El David que nos vendieron juega sucio. El David que nos vendieron tiene sangre fría, muchas armas, muchos cómplices y un aceitado sistema de terror y dominio [descontento]
Escribo esto con el teléfono pegado con tesafí a la oreja y a toda la cabeza, importándome una fabulosa mierda la factura de Telefónica, oyéndolo todo [escritos]
no me merezco el mundo
ni el mundo me merece
o la nostalgia
o el requiem de lo que fue. [poesía]
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