Antipoema de amor
para los días oscuros
"...los que persiguen al poeta, los que
le roban el trabajo y la ternura, los que
lo empujan a la angustia y los que lo
entregan a la muerte, todos, sin
excepción, conspiran contra Dios."
-Darío de Dies
Tu silencio me ignora, me censura,
me desplaza, me despolitiza:
pez muerto del alma,
voluntad muerta, deseo muerto.
El silencio es miedo a la locura
del que grita en el poema.
El silencio es la huida,
una forma d'esconderse en los "emilios",
una forma d'esconderse en el sofá,
en los baños,
en los ovnis de Dios,
o en los orines de las madres.
Sufro. ¿Sabes, acaso, que sufro?
El silencio es una casa vacía, oculta, muerta,
(un día vacío, añejo, un sueño vacío).
El silencio es un gargajo
--mariposa aplastada, muchacha aplastada,
poeta molido: alma molida--
contra el espejo de los asesinos.
El silencio es la calle sucia del alma
que nadie camina hasta la muerte.
El silencio es el adiós
de alguien que no ha partido todavía.
El silencio es la paranoia
del que no posee palabras
para venderlas en los mercados de la muerte.
El silencio es un ruido de ratas.
El silencio es un plagio.
Es la mierda en la mirada de los niños.
El silencio es una enfermedad de la salud
(o una salud de la enfermedad que no lo sabe).
El silencio es la paranoia de los poetas
que charlan idiotamente
en la nave de los locos.
El silencio es el espejoloco
(la madre loca, el sueño loco, el ego loco,
el que sufre ajeno,
prestado, oculto).
Estoy sufriendo en una esquina y
paso y no me reconozco.
Todo lo que digo es falso,
y todo lo que digo es cierto.
Porque la locura
no puede ser superior a la poesía.
La política no puede ser
superior a la poesía,
ni la razón, ni el misticismo, ni la muerte
pueden ser superior a la poesía.
(Y Dios no puede ser
superior a sí mismo en el poeta.
Dios no puede ser superior a la nada de su boca.
porque Dios no puede ser no-ser
de su carne en el madero.)
La poesía,
como un loco que aúlla
en mi camisa de fuerza,
se hospeda como una geisha en el poeta.
El silencio es fetichista:
un zapato de mujer en la coqueta;
un guante de mujer en el sarcófago,
una media de mujer junto a las copas.
El silencio es la sustancia del miedo. El
silencio de un poetastro ignorando a un gran poeta,
un philósopho ignorando a otro sophista.
El silencio es vómito acumulado,
muerte acumulada,
Dios acumulado
inútilmente en la despensa.
El silencio es un muerto
que no ha sido enterrado todavía en los cubiertos.
El silencio es un entierro,
una ejecución que se ha pospuesto
inútilmente.
Es una fiesta suspendida por lluvia.
El silencio es una desgarradura del cuerpo,
aunque algo desgarre suave por el alma.
Sufro. Creo qu'estoy sufriendo
en el silencio de ustedes.
Porque el silencio es el electroshock de los buenos
(de los famosos, de los héroes).
Por eso grito tiempo
y grito espacio:
¡carajo!
y doy con mi falo roto,
con mi falo hoz
sobre los buenos modales de ustedes
(y me asqueo en la madre loca
del Viernes Santo,
del Sábado de Gloria, del
Domingo de Nada).
Desprecio a los idiotas,
a los cretinos que creen en la intertextualidad
de los que plagian los textos.
Y odio a los que plagian, los desprecio, los escupo
(porque poseo sus nombres propios
en las gavetas del alma),
odio a los apolíticos,
desprecio a los cobardes,
a los estreñidos del amor,
a los pobres d'espíritu
de las páginas blancas mallarmeanas,
a los antiCristos del amor y del odio,
a los nihilistas de la nada,
a los trepadores, a los canallas
y a los buscaoficios y
a toda esa basura llamada
postmoderna.
El silencio es la muerte de las rosas.
(la envidia o la ternura).
El silencio es
una mercancía barata,
mediocre, apolillada.
El silencio hiede a tapón olvidado
en la vulva de una loca
(a caracoles amontonados en una caja,
a suicidio en un apartamento neoyorquino).
Sufro, creo que estoy sufriendo
los huesos de Dios en mi propia carne,
el desempleo de Dios en mi propio desempleo,
el part-time de Dios
en la muerte de Yván y
en la rodilla rota de Apolo.
El habla es la mierda de los hombres:
oscura sombra de muerte en las paredes.
Lo que prometen es todo mierda:
oscuro sueño de Dios
ahorcado en las paredes.
Esto no justifica tu silencio,
porque l'escritura es un sueño de verano,
l'escritura son Las señoritas de Avigñon
(o esa leve soledad del ser entre las piernas).
El silencio es el rostro del que liga
la muerte del poeta entre los versos.
Sufro y no sé
por qué no me suicido todavía.
Por eso hablo de pie,
ancianamente,
como un Maestro zen delante de los hombres
que odia la derecha,
que desprecia a los centristas,
que se avergüenza de la izquierda.
Hablo, así, para que me oigan los hombres:
¡estoy enamorado de Dios!
¡Estoy enamorado del ser!
¡Estoy apasionado por la muerte!
El silencio es la basura de los filósofos.
El silencio n'otorga poder.
Ni otorga paz, ni dicha, ni prestigio.
El silencio es una cueva saqueada.
¿Qué es el silencio?--di,
aúlla la multitud en la sala de los nichos.
No hables,
no grites,
no patalees,
porque tu excreta
no me deja oír el silencio de las rosas.
El silencio es triste como los niños
que galopan por el cielo.
El silencio es la idolatría
de Nabucodonosor
comiendo espejos de yerbas en las reses,
comiendo excretas de reses en las yerbas.
El silencio es tu deuda conmigo,
pero no te cobro Gog
ni el día de tu muerte,
ni la muerte de tu copa,
ni el caballo de Troya rucio
que anduvo a paso fino por mi alma.
Pero la palabra, mierda o no, desidolatra.
El silencio tanatográfico es lila.
El silencio fosa
y el silencio filo de la fosa, llama
sombra de navaja, llama al pensamiento
en los nichos de las heces
y nadie responde, nadie acude.
El silencio no es parte del lenguaje,
es su enemigo, su caída, su enema.
El silencio es el ruido
en donde el viento canta entre las ramas.
El silencio es el ruido de la lluvia y
es el ruido de la luna negra.
El silencio australopitea,
y electrochoca a las sombras blancas,
Zaratustra aúllando monjes,
marroquía las luna negras,
nervaloquia de locos nuevos,
pecesloquias de anzuelos lilas,
mundoloquia barriendo playas,
madrelocas barriendo fetos,
muerteloquia barriendo arenas,
(pobre de ti, poeta,
que no pudiste alcanzar
la caída de Altasolo)
diosesloquio barriendo copas,
esquinaslocas cegando ahorcados,
pezoneslilas soñando mares,
arañasloquia barriendo moscas,
arenaslocas barriendo soles,
lunaslocas barriendo eclipses
aristholoquia de rosas blancas
soñando-pluvias,
soñando lluvias
soñando lilas de tardes blancas
como esas niñas frenéticas
que s'enamoran de falos verdes
y s'enamoran de lunas negras.
El silencio no huele a fin de fiesta,
porque son los hijos lilas
de los lobos que te observan
los que te han llenado de baba la tristeza.
No hay salvación.
Creo que sufro.
No hay salvación.
El silencio te ofrece
otro silencio más agudo
que no podrás oír
en el lago que yace sobre'l trueno.
El silencio es lo delicado
del que sueña en el infierno. Es el
exilio del que regresa a la casa
sabiendo que no hay a dónde ir.
Es la nave del que se ahogó
(monte sobre lluvia)
en el lago de su alma.
Es la flauta de la nymphamusa
que jamás oirás en la belleza
de tu crimen.
El silencio es el poeta picado, herido,
roto de morir,
desierta noche.
El silencio soy yo que t'escribo
como si me hubieran disparado a la cabeza.