Encarnaciones de vientres superficiales por sobre almas desdichadas.
Sobrevaloraciones a falsos valores que deberían ser pulverizados por
una nube
o un niño
o un perro.
Ombligos.
El ombligo de las 19:30 reúne carrozas de aromas y colores nunca
conocidos, complementarios, melimeneados, enmelimibismados,
/ enrrimaginados,
sobreimaginados, desvalorizados. La naturaleza íntegra. Pero nunca
Encarnaciones de vientres superficiales por sobre almas desdichadas.
O
sobrevaloraciones a falsos valores que deberían ser pulverizados por
una nube.
Babaila el crepúsculo, sasalta el crepúsculo, se mueve, se mumueve,
me mira, me mimira
me desata de mi escondite, desata.
Y se borra, y ella viene, como leche, como aire.
la sutil humedad de los azulejos del baño / moja la parte de mi ser que estuvo viva
mientras las vivencias de la parte de mi ser /
/ que estuvo viva
me matan
de risa
aburrimiento de ganas y garras.
en el espejo empañado simplemente otro. /
otro / y otro.
otro melón / con sangre / en sus muelas
y una lengua acariciando su dentadura.
otro corte / otra vez. / y otra.
y las venas se cortan en la bañera
y la nube roja / junto a la luna
roja
se apodera de mi /
agrava sus agudezas mentales
me agobia /
/ me encierra.
y puteo /
por mis venas cortadas, y porque la sangre me mancha,
entendelo
le dije
no puedo estar con alguien que no se la juega
sin pasion no gira, entendelo
nena, por favor
no llores, pensalo, me resulta imposible
estar con una
persona que no se la juega,
no sería yo asi no soy yo
pero no sería yo tampoco si me la jugara
me dijo
no soy de las que se juegan
y no me pidas que no llore, es
imposible no llorar estando con vos
y le dije
ya se que soy difícil
pero no puedo, sabés que si eligiera yo querría estar
con vos, pero no puedo
por favor me dijo
no puedo le dije.
se secó las lágrimas
se puso el corpiño
la bombacha
se puso
el vestido
y se fue a duchar
chapoteando en mi memoria mi sombra
o mi memoria en mi sombra.
en mi nombre o debajo suyo
mi sombra mi memoria
lúdicamente lloran
a mi nombre
bienestar tuve en días idénticos a las ostras
con latitudes de saberes desconocidos.
bienestar agobia determinadas pasiones
sentimientos ajenos tras empañadas ventanillas
anticascotes
precatastróficas
plastificadas por la sangre de sus venas.
No saben de la abstracción del deseo
Hay conchas asustadas y rositas
que se asoman tímidas, atrás del cierre.
Las hay también parecidas a conejitos
que mueven la nariz muy rápido, muy simpáticas.
Rojas, amarillas, violetas y verdes,
cuadradas redondas triangulares ¡Hay de todo!
iluminadas sombreadas delineadas trituradas,
hay conchas partidas como un vidrio
y que cuelgan hasta los tobillos
y que desagradan a los pómulos de los cachetes.
Conchas ombligo
Conchas olor pescado olor cenicero olor Eiffel
y otras que parecen flotar cual luna vieja.
Hoy tengo ganas de comer pizza, querida.
no se si isla o rata
doncella tras huesos difuntos
o arpa en tierra desierta
o nadie en tierra de todos
o nuca de dama de azul en la orilla
o suelo
emblema
sur
magia de torero
magia de pintor
magia de monja indispuesta
inefables contrapuestos
tigresa
enyesada
lesbiana oficinista entre seibos
sombra de pez en el fondo del mar
muñeca de porcelana en silla mecedora
muda que no sabe nadar
gorrión
imagen sensorial
diosa de madera
o vedette de plomo
cama en llamas
o Pegaso sin alas
sensual sirena con patas
tal vez top model siniestra
pezón mordido
o esfinge de mármol
Vi tus labios lisos ser acariciados por tu lengua
como advertencia fatal de lo por acontecer.
Me miraste y te miré.
Todo se disolvió. Hasta el silencio.
Solamente me miraste y te miré.
Tu pecho no quita la vista de mis ojos.
Es solo una sábana como marco como vértice lo que sobra.
ahogarse en sus profundidades
físicas
no en sus piernas
ni en su cabello
hundirse en ella
parte de una realidad que contiene sofoca y estimula
habita el instante eterno, que lo es todo por siempre.
Viste la piel, y viste la médula
y lo de atrás también
y viste el whisky, sus gotas.
Viste la sangre, la navaja, viste el vino
y su dulzura.
Viste el cielo en sus ojos, viste la miel en sus ojos,
viste los dientes y viste su lengua de reptil
y sus escamas.
Viste los pechos, entre algodones
viste de lejos pero viste su clítoris
y también viste el resto.
Viste ropa a la moda, viste anteojos de sol,
viste calzas, y medias de red.
Nada mas viste.
Y es el mágico
(por vulnerable digo mágico)
cuello el que llama al cuchillo
con su nuez de adán como imán
de filos
y los filos
con su mango vuelan a mi mano.
Y mi mano
con su mango lleva los filos
hasta la superficie del cuello
donde descansa la muerte
espera nacer
y es el aborto por miedo
(y la muerte no nace)
y es el falso deseo
de ver muerto al inicio de la vida propia.
un vago temor de vahos crecientes
recientes vigorosos cual libro abierto
de sangre de semen de gatos tertulias
sin nada de nada sin pistas sin camas
sin sobres si viejas saltaran si nadie
pisara las costas del viento del aire
lamentos sin nadie sin nada sin vida
sin vida sin son si sin poesia.
y ahí estaba
el paraguas en el paragüero
la flor en el florero
y ella no haciéndome el amor.
Es insoportable la flor en el florero
y el paraguas me mira.
Si llueve el paraguas sale del paragüero,
la flor sigue en el florero
y el florero al aire libre
deja a la flor regarse por la lluvia.
Ahí estaba
la flor en el florero
el paraguas en el paragüero
y ella no haciéndome el amor.
Miedos a los vientos.
A los hachazos en la puerta.
Siento que te quedás y que llorás
y que escapás tras la mirada del cancerbero
que taladra cerraduras y las llaves
vuelan sin llorar por los fríos ventarrones.
Las carnes trémulas del trozo primo
sin narices ni fosas ni poros con pelos
nasales
y olfato y voz.
cuatro estaciones amontonadas bajo su pollera
y me sigo preguntando si son cuatro,
si son estaciones,
si es pollera.
La noche nos alcanza, en el momento justo
y se tiene que ir, pero la agarro del brazo
le levanto la pollera
intento meter mi mano en su bombacha, me insulta
y compruebo que hay mucho mas que cuatro estaciones.
Los enmascarados no solitarios una tarde de lluvia
se arrodillan y cantan
quisiera mirarlos como si fueran seres humanos
y saber dialogar sin ser yo sino ellos sin miedo a mí
Un orgasmo tatuado en la frente
la suerte en su sonrisa.
Su mosaico tan ambivalente,
mi mentira de artista.
Mi infancia se olvida de mí,
no yo de ella.
La recuerdo por almejas que olí
(consumada guerra)
La recuerdo entre los ceibos que ví
mientras ellos
(mis cabellos que crecen solos)
cortan huesos.
(en la oscuridad
adelanto el peón
doy paso al alfil
que devora a mi reina)
Un orgasmo tatuado en su frente
su boca entreabierta
trágica y sensualmente
(súbita guerra)
Un orgasmo tatuado en su frente,
entreabierta sonrisa
estiradas mejillas blancas.
Dulce necrofilia.
lloro bajo el sauce que llora sobre mí
fijo en su ojo, le guiño tres pestañas,
me cuelgo de sus lágrimas juego a ser Tarzán
y entono un alarido (acordes de prima desafinada,
de nervio punzante, arpegiando las lágrimas
de aquel sauce melancólico)
eco consonante en cenicero, eco en sombrero rancio,
el eco choca en las paredes que me contienen
cuando me escondo en mi sauce llorón.
alba áureo y áureos cabellos
en medio del áureo otoño
cabellos color Clarín del domingo domingo
/ amargo color lunes peor, color martes indiferente
y me abstengo del miércoles de cenizas.
ojos color nene jueves pibe viernes prófugo consumado
en sus papilas evitables.
y la vieja que pide y el chico que pide
y los omóplatos y los poros
y una colilla de cigarrillo pisada y repisada
y un cigarrillo por la mitad en el suelo
y un viaje con neblina
los vidrios empañados
las luces a lo lejos en la oscuridad
el desfile las modelos
los vestidos las bikinis
y la nuez de Adán de una
y las tetas chicas de otra.
La eyaculación, los orgasmos, el semen en mi mano
Mis dedos pegados
una cerveza, un porro,
whisky, vodka, jugo de durazno
la heladera vacía,
y un silencio de 24 horas
y un tuerto con ojo de vidrio
y un tuerto con un solo ojo.
Un pedo
una cerradura con la llave adentro
una computadora que no anda
una puta que sonríe a todos,
y una quinceañera con forros en la cartera por si la violan.
Internet que no anda
mis viejos fundidos
deseo París
la depresión general
un libro roto
un libro nuevo
y un titular de Clarín anunciando el fin del mundo
y una dictadura
y un tenedor roto
y un cuchillo en perfectas condiciones
que corta perfectamente bien.
travestis, puestos de revistas abriendo, el sol que se asoma
las colas en las embajadas
las colas en los bancos
policías como soldados en la guerra
olor a mierda por todos lados
fuerte olor lluvia
olor aceite, estación de servicio
un perro único, salido de un poema de Girondo
un ojo en cada omóplato
un gato paranoico
y otro gato paranoico
y ratones y botellas y basura
y colectivos y el 60 en toda la ciudad.
Amigos, enemigos, amores, conocidos, estúpidos, genios.
viejas chusmas, olor panadería, cañerías rotas
calles inundadas.
Pasos chuecos, ropa pasada de moda
negra. Y las uñas pintadas de negro tambien.
pelo largo, despeinado, lento caminar, mirando y analizando
todo
y me saludan y los saludo o no.
y la culpa y la soberbia.
Y estar enamorado, y odiar a la mayoría de los que viven en este planeta.
Todo es arte.
El sol y la luna son del mismo negro,
el suelo y el mar son del mismo negro,
mi sangre y tu sangre son del mismo negro,
del mismo negro que el veneno, del mismo radiante negro
que las lenguas, del mismo negro
que la tinta del mismo negro
que el sol y la luna y el suelo y el mar del mismo negro
que el vacío.
y cuando esa llave relea tus últimas palabras
vas a sentir el candor eterno
del instante previo al nacimiento
de la muerte contorsionada y repetida
y de la identidad de sus sílabas, sinceras
mientras vuele el ardor que vuelve a ser viento
rueda por las escaleras
enmarañada la muerte
arrastrada por el ebrio viento azul
A Oliverio Girondo
vivir volando, volarlo todo, volarlo infinitamente
repetirse hasta el infinito
y seguir volando, pero volar bien, y volar.
Olas rompen
ciervos cazan
blancos senos de doncella de la mar,
contra rocas, contra mazas,
contra cielos rojos de frio.
Es facil tomar de los cabellos al tiempo
cuando uno está en la costa delante de la inmensidad
cuando llueve sobre el techo
cuando manchas negras aladas combinan con el crepúsculo
cuando alguien guarda nuestras manos
cuando alguien las abre
cuando blancas nieves bajo nuestro aceleran
cuando la inspiracion escribe un buen poema
cuando la música nos da vida
cuando la noche se aproxima a la nuca
cuando los incontrolables impulsos del alma yacen en su mas oscuro
/ y original estado
cuando la luna nívea forma un perfecto círculo
cuando un beso nos llega a la médula
cuando la mañana sin anterior descanso corre
cuando se presentan alucinaciones
cuando nuestro pasado, presente y futuro se unen
cuando el pasto no nos pica
cuando una sonrisa despierta la mirada
cuando el rio nos invita
cuando un arbol nos da sombra
cuando un abrazo nos deja sin aire
cuando un libro nos cambia el camino
cuando a las 5AM el desierto son las calles
cuando la risa pide un reencuentro con nosotros
cuando el trigo y el sol se fusionan
cuando los gritos nos abandonan
cuando nos sentimos mas alla de los dioses
cuando nuestra vida cobra.
Cuando era chiquito
me dijeron que si me masturbaba de mas
me salían pelos en las manos
o quedaba estéril.
Mitos.
Es un mito que en el parque hay un gnomo
que toca la flauta
y pide cigarrillos a las vírgenes.
Mitos.
Atrás de la heladera habita un ser superior.
Tiene antenas, 4 colas, cerebro ojos,
visor.
Pelo largo, piel muy grasa, pocos años
(no soy yo)
Mitos.
De las nubes emergente
una deidad alada bajó.
"Hola -dijo-,
soy carlitos"
pegó un salto;
desapareció.
Mitos.
La mirada es metafísica.
Oculta toda la intención
tu persona, tu sentido
de tu bilis no escapó.
Mitos.
Coca cola mata dientes,
y un doctor los martilló.
En ese bar te encajan drogas.
Cianuro compra el corazón.
Hamburguesa de Mc Donall's
con lombrices ratas, un condón.
Acolchado de top model
comodito, alegre
redentor.
Mitos.
Que los reyes de la casa
tienen siempre la razón;
que tu abuelo en psicodrama
tomó un reuma y enloqueció.
Mitos.
La lluvia merodeaba,
se escondía, desfilaba.
Me mojaba, me moría
poco a poco deseaba.
Cruenta desolación.
Estoicos desahogos.
No pensaba en tu mirada;
menos en tu corazón.
Yo pensaba en los mitos
que yo tonto creí de vos.
El pueblo clama desolado
por un pájaro malherido.
Por un gato mal parido
de un mordisco asesinado
el gorrion es sepultado
en un ataud parisino
de roble oro y estado
firme como las garras
de un salvaje gran felino
que solo por comer encara
a un pleito desigual;
su soberbio masticar
y las plumas y su estaca
y el pueblo que le arranca
los pelos por deber
a quien salta por joder
a los techos de las viejas
para robar las lentejas
aunque lo saquen a correr.
Y el gorrion por el gato malo
dejó de cantar para el pueblo,
que lo pide y necesita
como a todas las visitas
que obviamente (no por miedo)
con la cálida bienvenida
del mas sutil frustrado
cantante de melodias
imitador del masticado
alumbrador de llamas bajas
gorrion mal destripado
por un tan jodido gato.
gastronomía enteramente reprobada
por gustos nasales a las espinas y al fuego.
mientras llorás gotas de rocío el infierno cocina gatos
y espermatozoides en brasas de alcohol hieren
hieren
al sexo oral y a su puta púa y a la espuma de no afeitar.
te cortas las patillas y el cuello cuando no corren
las pupilas radiantes del silencio
que exterminan cuanto esperma de pezones agobia al ser
humano
inventor del artificio y la exposuperficialidad en cucharadas.
y se repiten los jarabes de flujo en tu cuero peludo
como quien le da con una aguja a un moretón gigante.
1° Aniversario
Para Meli
Te regalo mi nariz mi cerebro mi esqueleto
mi garganta mis costillas mis orificios
mis ojos
mis pelos mis huesos mi culo mis huevos mi pecho
Te regalo mis fosas mi pelvis mis piernas rodillas tobillos
mis dedos mis vómitos mi humor
mi semen mis nudillos mi grasa
mis uñas pantorrillas y gemelos mis labios
mi sobrediente mi cicatriz mi cintura
Te regalo mis pezones mi tatuaje mis canillas
mis mocos mi vista mis pómulos
mi ropa mi espalda mis colores
mi familia
mi rostro
Te regalo mi piel mi cráneo mi lengua
mis granos mi frente mi amor mi paladar
mi cuello mi mierda mis pestañas mi arte
mis cráteres mi imagen mi cera
Te regalo mis músculos mis cejas mis codos antebrazo mi casa mis cachetes mis / lágrimas
mi mascara mi pija mis arrugas mis orejas mi saliva mi orina.
mi poesía.
Te regalo a Manuel Obligado.
Me cuesta regalarte algo que valga la pena.
sin ombligo sin humo sin cenizas sin gris sin viento sin sueño sin silencio sin danza sin fuego sin caos sin delirio sin caballos sin arrugas sin visión sin noches sin fealdad
sin dudas sin siesta sin bostezos sin pus sin análisis sin uñas
sin caspa sin contrastes sin espejos sin granos sin aturdimiento
sin nudos sin fatiga sin terror sin melancolía sin mascaras sin pelo sin ego sin letras sin magia sin seriedad sin llantos sin calma sin lengua sin desprecio sin nervios sin orina sin estilo
sin tensión sin temblores sin tics sin azul sin desinterés sin juegos sin sexo sin mierda sin enojos sin calor sin palidez
sin estupor sin discusiones sin intolerancia sin lluvia sin furia
sin pasión sin sentir sin carne sin ríos sin miradas sin venas
sin sales sin molestias sin odio sin mar sin sudor sin ronquidos
sin azar sin tendones sin música sin guiños sin vino sin pánico
sin locura sin vómitos sin enfermedad sin luna. Sin eco sin piel sin muerte sin lepra sin semen sin tierra sin cera sin lágrimas
Vacío.
Soy la melodía que engendran ocho niños
que caminan por la nocturna calle desierta.
Ocho niños cantan al silencio,
solo los ilumina la luna.
Sus voces graves parten de sus médulas,
sus coros parten de su espinazo.
Soy su melodía.
Soy la luna compañera que los alumbra.
Tambien, a Melina.
Entraron las bailarinas. Todavía estaba oscuro. Cada una tomó su pose. Violentamente, los focos dispararon tiros de luz que se posaron sobre ellas. Ellas empezaron a bailar, y con ellas la música
Cuanta destreza
cuanta firmeza,
flexible,
belleza.
No existía la melancolía, no,
no había tristeza,
todo se esfumaba, se disolvía,
solamente bailarinas
con la luz posada sobre ellas
y ellas sensualmente haciendo gala de sus dotes
cuerpos armónicos disparados
y la música acompañándolos.
¡Es la danza, es la danza,
es la danza que me llama,
solo sucede la danza!
las venas marcadas del ojo oráculo
se transportan con sus metálicas alas
y eliminan cuanta lágrima se vierta en la lona
y las flores de las avenidas de la muerte
se deslizan por si mismas, hacia otra cosecha
con otra tierra, de otro color, de otro valor.
y vos,
grito
aullido
(o como prefieras que te llame)
te crees tan libre,
etéreo
tan abstracto.
Vos, aullido mío,
moldeaste mi boca y ahora no te encuentro.
Porqué te fuiste,
porqué te fuiste.
Extraviado,
solitario,
solo, en medio de la ciudad,
aullido mío.
Porqué te fuiste.
En tus tiempos
te retorciste
aullido mío
Mi obra,
mi mejor obra.
Saliste de mis venas,
de las mías.
De entre mis huesos,
de entre los míos.
Te sacaste el traje,
el moño,
la piel.
Aullido mío
adónde te fuiste.
frío,
estoico,
despótico,
honesto,
estéril,
desvergonzado,
tan virgen.
Te imagino soberbio y de mirada cabizbaja,
el pecho hundido,
un vaso besándote los labios
mi aullido de frac.
Aullido mío,
entre terrazas,
entre las nubes,
perdido,
aullido mío,
volvé, aullido mío.
Cuando Melina llora
llora para siempre.
Llora gotas de sangre
diluida en rocío.
Llora porque desborda todo lo que contiene,
llora la mezcla de odio y amor
llora prohibiciones para menores /es menor
llora fechas lugares gente
que cae desprevenida, sin un paracaídas.
Cuando Melina llora, todas sus lágrimas se burlan de la gravedad;
sienten goce al salir.
Melina llora gatos /chiquitos y miel y flores.
Cuando Melina llora, el clítoris de la noche truena y relampaguea.
Llora polen perfume pétalos y un colibrí besa sus lágrimas.
Melina llora carne y pintura de Goya. Whisky. Alaridos.
La luna siente miedo al flotar,
mis manos tiemblan, mi piel se arruga, mis uñas se desencarnan,
cuando Melina llora. /
Cuado Melina llora
sus lágrimas ahogan miserias
y nunca tocan el suelo.
Melina llora, su voz se desgarra,
y una roca de plata agobia su respiración
desde la garganta.
Cuando Melina llora yo lloro. Y nuestras lágrimas se unen.
Cuando nuestras lagrimas se unen
se apagan las velas.
Cuando nuestras lagrimas se unen
nuestros mundos ambiguos estallan
invitando a volar por los aires a los que fueron estúpidamente bióticos.
Cuando nuestras lágrimas se unen
son aceite negro que transparenta ilusiones desdichadas.
Cuando nuestras lágrimas se unen
los dioses griegos se ocultan tras los árboles a llorar como nosotros.
Cuando Melina llora
la melancolía y la tristeza
son capaces
de
destruir
mil tanques.