Visiones delirantes (como energía)-(dedicados a Christian Rodriguez).- -Marcelo Seguel Bon |
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Ella entró. Se detuvo, ni cerca, ni lejos. Se dio vuelta. No alcancé a definir su mirada, ni sus uñas, ni su cuello. Con disimulo, busqué el ángulo correcto, ayudado por el reflejo del vidrio. Ella se apoyó del tubo de metal, y parecía querer arrancarse un pedacito de pellejo del dedo pulgar, justo el que sostenía el boleto. Dejé de mirarla. Observé el techo, los avisos publicitarios, el piso de goma anti-resbalante, sus sandalias. Próxima estación. La puerta se abrió. Todos escuchamos la señal. Ella siguió allí. Me asusté con la posibilidad de que se bajara en su destino. Decidí seguirla y, en ese momento, ella acomodó su cabello detrás de las orejas, mirándome. Mirando exactamente en el mismo punto del reflejo que yo estaba mirando. Tontamente, desvié la mirada. Sé que he de arrepentirme toda mi vida por eso. Qué importa. -Gustavo Mérida. |
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