Cualquiera diría que California es un paraíso
Hay más luz aquí
Es más brillante
Y los bloques rojos y rosados hacen su labor de mañana y con un canto
Adoro las piedras grises y amarillas
Cuadradas y rectangulares del frente de mi palma deforestada
Las parabólicas se abren a las nubes plateadas
Soy arisco con mi vecino y dulce con mi amada
La palabra estalla como munición en mi mano
Triquitraqui
Ve y baja ahora la tierra se llama enciende
Desde la puerta de Kiev gritaré:
Por las cintas tricolores y desde abajo
Saldrán los caballeros aguada a luchar
Refugio en ti
Y yo oscurecido por la cobardía mi
Las langostas devorarán lo poco que queda de verde
Qué largo es andar sin cuidado
Qué brillo solar
Y la fe perdida, yerro inerme con las contradicciones del látigo del gran amo
Sin lágrimas y desdentado
Todavía tiemblo ante la inminencia de lo perecedero
Tú sabes que mi amor por ti nunca será en alto
Cero
Creo mi propio estado de conciencia
Sepultado de libros viejos
Nada actual
Rosas para una madre difunta y otra resurrecta
Calle de pinceladas naranja con cajas de vecindad negras
Se asoman a mi destino
Mi cama rosada apesta a orines de perro
Así, suavemente
Llegó el beso de la madrugada sin gallos cobrizos
Quedó el espacio gastado azul celeste
Desteñido de toda la inmensidad azul oscura
Del águila dorada tengo el trofeo que me dieron cuando nací
Y las medallas doradas de juegos de atardeceres negros
Minuto a minuto tardo en morir
Pierdo respeto por la muerte
Aunque de ella respiro
Pierdo respeto por mí mismo
Me atrae el fantasma de lo que soy
Un espíritu en un damero
Lo que es posible es la tragedia
que no tiene final
la tragedia de vivir anhelando la belleza
y no poseerla
Un poco de todo
Cuando no tengo la palabra precisa, es viernes de quincena, no tengo novia y el día parece de otro lugar; cuando la película ya la he visto, los cursos para viejos no son atractivos (pero hay que cursar), cuando me copio de los poetas y escritores del hastío la tristeza de no ser, cuando la filosofía son series numéricas y las esferas de los santos y dioses son de todos los días, cuando finalmente estoy solo, medio loco, aturdido, semiderrotado y a punto de resucitar los muertos y yo no espero señales de resurreción, cuando tarda la tarde en ser de colorines de traiciones lingüísticas, yo espero entre paciente e impaciente, entre alerta y aletargado, admitido y sin planes, más allá --le entierro el desangrado arte de mi daga.
Feo, loco
solitario y excitable
Engarrotado
Y poco inteligentemente
enamorado de su madre
Entre el pene la mano, entre la mano la culpa
Demasiado tarde para ser sano entre tanto enredo
Si todos esperan el sabor de la libertad de las libertadas de ataduras, les digo a fe mía, que estoy solo en el mundo esperando que le salven, inútil fofo, amargado en una amargura que no tiene sabor de estómago
Veo tu palma
Tejida de fantasías
Y yo muero por no tenerlas
Parece triste la belleza
Y yo
Que esperaba tenerme en la contemplación
De la felicidad
Me detengo ante una valla publicitaria
De cualquier desierto
(Me siento inspirado)
Y yo no sé vivir sin ti
Es un gato entre la basura y los perros hambrientos
Los loros se llevaron en un sarcófago blanco
A mi última amada
Para velarla
En la última estación del año
Lloré amapolas y trigo con los dedos marcados de tinta
El sueño
Espera por mí
Los niños son libres de la opresión que me atrapa
Fantásticamente
Hago las maletas y me llevo el rifle
Debajo de los alambres de los que huyo
La novedad me espera en el bus
Y los troncos cónicos apuntan su verticalidad extinguida
Triste número uno
Soñé que soñaba
Dejo volar una intención de más de mil más que
Son más tímidas que el cuerpo infantil y adolescente
Que arranca palabras al no sé qué de mi ocio este
Que me hace más grande y más miserable
Hago velas por tu presencia calmada
Y reposada en la risa