60 Gracias
A los colaboradores regulares, que han tenido la mística que a mí me falta para continuar con este ejercicio solitario de amor que es publicar ideas. A los ocasionales que luego de leerlos me han sorprendido con mi rostro boquiabierto frente a la pantalla negra de una hoja vacía.
A los que "siempre leen" esporádicamente la revista y hacen comentarios agudos (la agudeza, ese escaso recurso) que han definido nuestro estilo y nuestro silencio.
Y a tí que estás entrando por primera vez y eres testigo de nuestros valiosos y pacientes colaboradores, y estás a punto de integrarte.
Gracias.