"ando solo y con ganas
de arrojar recuerdos
como redes
en este mar de sonidos"
-Elmer Szabó
Hoy me acordé de ti varias veces
por razones que puedo decir y no.
Entre las que digo están:
me encontré con el libro de Vasco Szinetar
y hojee el poemario nuevo de Crespo.
25000 bolos me parece un exabrupto mercantilista propio de su clase,
entonces, en venganza compre cinco libros de 500, 600, mil y dos mil quinientos bolívares el más caro.
Si, fui a Monte Ávila.
En realidad fui a vagar el desencuentro de una mañana caraqueña
y luego de darme cuenta de que 6 salas de la GAN estaban cerradas por cambio de exposición o país y de atormentarme con los cubistas en Bellas Artes, me inserté en la librería.
Me acordé de ti varias veces y del noble esfuerzo de Monte Ávila Editores Latinoamericana y los altos costos del papel y el control de cambio y los químicos
y la tinta y el reciclaje y las aves que frecuentan los rellenos sanitarios, que son como editores, o editoriales que apoyan al gobierno y venden sus espacios, mientras Elmer Szabó muere abrazado a una cama y los libros desvencijados de verdaderos poetas cuestan 500 bolívares y se consiguen al lado de postales descoloridas que ya nadie compra porque las librerías son escenarios de muerte.
Por eso te compré esa imagen que viaja dentro de un sobre azul a mitad de país.
(Bogart sigue duro luego de cuarenta años. Envidio su destreza con el cigarrillo, lo bien que le sientan las frases legendarias. Envidio su delgadez de cartulina y la facilidad con la que va a llegar, estampado con un poema, a tus manos pequeñas y tu acento foráneo)
Me acordé de ti varias veces y no tengo los veinticincomil o los ciento noventa que hacen falta para verte. No tengo los millones que cuestan tú y tu grandilocuencia. Soy un rebotado en el club de tus pasiones, ergo, estás muerta y presente como Bogart, Szabó, todas las librerías de este lado del Arauca y las bellas ediciones de brillante portada, impresas en las jefaturas del pensamiento, vendidas al peor postor a la gente que compra poesía por metro cuadrado.
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Año 5. N° 54
Enero 2004
En este número:
Nueva sección: Confesionario
Sentirse irrecuperable,
andar un poco disperso, [poesía]
cosas perdidas
desgarran la locura [especial]
Gillespie caminaba con mirada curiosa por el boulevard, entre gritos y buhoneros. Como le pareció barata se compró una franela del Magallanes y se imaginó bañado de cerveza en las gradas celebrando un doble play [música]
-¿Nacer para vivir, vivir para morir? No es mi problema, a qué preocuparme, allá los hombres con su malentendido original. [azares]
Al terminar, supe que comprendía la historia de ese cuento y que ni siquiera hacía falta llorar [tedios]
Puede que amanezca, que alguien te arrebate la bolsa medio llena, que te desentiendas de tus pertenencias. Supón que somos de blanco y negro. Que no leíste, que no escribí, que alguien, otro, pudo estar debajo de tu cama de niño.
Y todavía está allí. [poesía]
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