[an error occurred while processing this directive]



   

Crónicas de Esquinero:
Del acento, los disturbios y el error ortográfico


-Adán Fulano
<[email protected]>


Oración necesaria antes de leer este articulo indeterminado

Desde el Ogaden y el opúsculo de tu nombre
Tú, que inventaste el polvo de las dormideras, la palabra,
Repleto de nombre o sustantivos,
Adjetivos, pronombres, artículos, verbos, adverbios,
Preposición, conjunción e interjección,
No dejes que nada nos roce, que nada nos toque,
Que se jodan los que no pudieron hacer el amor esta semana,
Los que celebraron su cumpleaños sin gente,
Los estafados y los estafadores,
Estos niños que creen que crecieron.




    La gente de estos días suele arregla las cosas, las palabras, la vida con acentos. Fijémonos por un momento en la modulación de la voz que tiene que hacer el silencio para salir de las palabras de quien escribe, esto no es valorado, en esta sociedad al que calla se le agrede. Ahora, si existe de por medio una sílaba asceta de la pronunciación particular, es decir, una que sin pretensión de ser herida ni herir discurso alguno, sin dejar para sí un ápice terrenal de ritmo se coloca sin sentido ante quien la escucha o la mira, una que enamorada de la idea más que de lo gutural se atreve a decir: ya la palabra no nos sirve, nos hemos convertido en sus esclavos ¿qué podríamos inventar ahora para comunicarnos y complacer a quien no tiene la vanidosa idea de existir?

    Si sucediera que el mundo cambiara ¿A cuál esquina enviaríamos nuestro pasado y las palabras acentuadas, las agudas, las esdrújulas o las llanas? Acaso los que defienden la regla en contra de los que no comenzarían a enfrentarse en la calle, los ortógrafos contra los ágrafos, acaso comenzarían a prender cauchos y lanzarse piedras los unos a los otros tal cual como pasó la república de Adscridia las últimas semanas para defender un derecho que los supera de fondo y forma, es que acaso estos desconsiderados no saben que mi novia celebra su cumpleaños pronto y que yo necesito, me urge, terminar de saber si se enamorará de mí para estar tranquilo con este fantasma que insisto en llamar pasadovidamuerte, cienmilellasqueyanoquiero, pero claro quien soy yo sino un error de trazo que teme no poder memorizar tilde o prosodia alguna. Uno se convierte en lo que critica entonces vuelto un conflicto, me rindo.

    Para bien o para mal, que son la misma cosa, nada se queda estático ni se mueve, el orden se dispone de formas sublimes que no llevan nombre. Yo espero que lo que Bothe y Becker liberaron en 1930 (“una misteriosa radiación nueva de inusual poder penetrador”) y que después Chadwick insistió en llamar neutrón, un día se aloje entre las palabras y junto con el positrón, el protón y los elementos del nano-mundo le exploten la cabeza a una palabra y la convierta en una galaxia en donde dos personas, si les da la gana, se puedan amar en la calle sin falso pudor o meterse en un jacuzzi de seis puestos para decir: “como pierden el tiempo los que afuera se están matando, ahoguémonos de shampoo con olor a durazno, seamos egoístas, seamos egoístas y celebremos que un día como hoy nacimos de nuevo”


   




[an error occurred while processing this directive]