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PSDTA:

Hoy podría llover aunque el día está claro
la diana que tengo es solo para contemplarla,
boté todos los dardos,
y el mensaje tirado en mi escritorio ya está leído:
"fulanita de tal te llamó para decirte que el ensayo de hoy se canceló"
pero resulta que como siempre, yo no estaba,
no escuché ni leí y ya en la mañana, de qué sirven los recados,
soy de esa gente que apenas puedes dar serenatas por telélofono
porque no es prudente que esté tan cerca
del cielo de la boca de Daniela, digamos,
porque hay muchachas que no creen en los chigüires
como avanzados lógicos de Dios

porque son feos como yo
pero yo sé, quiero saber, quiero creer,
que todos fuimos creados por y para algo
el heladero para recordarnos el calor
la luz para taparnos de la oscuridad
la música para recabar fondos para el alma
tú para motivar este poema larguisimo que podría terminar en :
no sé por qué pero amanecí
con ganas de abrazarte
y como no te conozco no me queda otra que mandarte un
"podría besarte esta mañana
como si estuviera recién despierto de tí".

mi vecino
está orgulloso
de su cero kilometro
y de su rubia mujer morena
       yo cuando me duermo tengo
pesadillas que me como un asado
                  C O N     ÉL

Ayer vi la estela , Mariana
Me amarré, Caracas se redujo a Cenizas
toque mi fondo al descubrir
que todo mi universo se reducía a ti.
Hazme imaginario,
empújame a otras dimensiones
pero no rechaces el lazo eterno e irreal
que mi ausencia ha producido en ti,
Así seré perpetuo, y no importará esta muerte,
ni las demás.
ayer vi tu estela, Mariana
Esculpida por el mantra eterno de Jirajara
tu fantasma sigue lanzando besos
y yo sigo en este cuarto
casi sin sentido, sin huesos
que me mantienen regurgitando tus recuerdos
recuerdos que poco a poco
se me escapan de las manos
se evaporan de mis dedos
como agua
Tú, Mariana
tu nombre es agua, Mariana.


Llueves.

En ese baño todo es color cereza

necesidad
de vos
de casa
con miedo
de mis
bronquios
débiles
gotita a gotita
en el vidrio
se esconde
el vapor
de la ducha
en mis bronquios
débiles
se reencarnan
en mí
los del pueblito
europeo
los amantes
de las pestes
de la bebida blanca
síndrome hereditario
los amantes
de blanco
con hospitales
blancos
tuberculosos
siempre pulcros
lavamos los trapitos
en casa
necesito ver a papá
en la puerta del baño
bebiendo la condensación.

Mentiras

Mas allá del sol que consigo
turbulentas alas mirando al vacío
mirando a la nada

Dormir y aullar entre sueños
despertar tras un golpe brusco
ser víctima de letárgicos chubascos

Respirar sin sentir las huellas del hoy
caminar tras un hilo de espinas
llorar y llorar de hambre

Vivir para morir
sin siquiera vivir
qué más apedreamos

Conseguir la meta de un arcoiris
sin olla, sin oro y sin nomo
por qué nos mienten

Ver al sol y a la luna durante siglos
sin la parisiense cigüeña con su cuello
de dónde salen los niños de la pobreza

... Nos siguen mintiendo...

Cheers. Where everybody knows your name.

Allá, en la médula de la noche
dos labios
-de mujeres deformes-
colapsan como ciruelas ebrias.
Sus lenguas luego, eficazmente,
limpian las restantes gotas
de sangre y de vodka.

Allá, en el fondo de una copa de vino tinto,
una enfermedad nocturna se estanca
y despide una burbuja que se detiene a la mitad
Una ligera ola entonces nace dentro de la copa
y nadie la nota.

Allí mismo,
la garganta invernal de un anciano
recibe el vino
mientras sus pupilas de madera
inhalan la fotografía de aquel beso
-de mujeres deformes-
cuyas bocas ahora segregan crema chantilly.

Allá entonces,
el poeta asmático habla
y sus versos ascienden con el humo de cigarrillo
lentos, a estrellarse contra el ventilador.

Aquí, es donde nosotros escuchamos

Poema 7

El murmullo de tu voz
aun me hace suspirar y extrañarte
una cancion a lo lejos
dedicado a los amantes,
eclipsa las penas por las que te recuerdo.

Le pedi con ruegos y sollozos
que te devolvieran a mi lado
cada noche pedia la compañia de las estrellas
y yo con mi cuerpo desnudo
te seguia esperando.

Las hijas del mar que nacen en mis ojos
te han llamado con sus cantos tragicos,
con sus cantos marinos,
y tu sigues sin responder
ocultandote de mis miradas.

Frio y solo se queda este lecho
que una vez anhelo tu cuerpo
y que ahora la denudez de mi piel sola
descubre la perfida de aquel sueño.