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OBRA: Final de partida
DRAMATURGO: Samuel Beckett
DIRECTOR: Gilberto Pinto
ACTORES: Francis Rueda, Alberto Alvarez, Luisa Motta, Mario Segovia.
SALA: Horacio Peterson
FUNCIÓN: 02-08-2002
Lo absurdo se respeta.
Jugar a aceptar su aparente estupidez , participar con extrañas reglas que nos cambian las coordenadas , poner los pies en el vacío, vernos desde arriba, desde abajo, desde nuestro oscuro y privado ser humano...: Todos estos ejercicios intelectuales nos esperan en un texto beckettiano.
Lo absurdo hace reflexionar. Aunque parezca burla, no se toma a la ligera... para algunos entendidos como Labesque, el teatro del absurdo, es el Teatro Infernal.
Lo absurdo es la poesía de lo temido.
LO MEJOR:
- Un texto que mantiene su vigencia, coherente en su mundo subterráneo, sólido en su estructura.
- Las actuaciones. Fieles a las exigencias de los personajes. Correctísimas en el control de las emociones. Creíbles en su irrealidad de posibilidad real.
- La dirección, respetuosa. Beckett exige obediencia y disciplina.
- La sustitución del muy servil papel masculino de Clov por el de una actriz. Francis Rueda se acopla al meta mensaje.
LO PEOR:
- El texto no necesitaba de la elaboración escenográfica de las cuatro columnas y sus respectivas vigas. No decían algo interesante. No encajaban en la Peterson... no hacían falta.
- En una trama tan abstracta, la pintoresca caracterización en el vestuario, distrae.
COMENTARIO:
- Cuando el verano divaga, volvemos a lo básico. Buena faena del profesional grupo TEATRO DEL DUENDE.
COROLARIO:
- Odiamos a Samuel Beckett porque es tan aburrido y sabio como esa figura paternal que vive machacando que no servimos para nada, que no hay salida, que nada tiene sentido, que la vida es un absurdo más.
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