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La Existencia
La existencia, física o espiritual de algo.
Sin necesidad de ser medida, controlada, exigida o solicitada, depende acaso de las circunstancias, momentos y estados anímicos del individuo.
Debe de ser puesta de manifiesto permanentemente o casualmente solo en los momentos críticos de soledad, tristeza o conmoción.
Acaso se espera sin saber que se ponga de manifiesto en algún momento con cosas sencillas pero que realmente perduren en la memoria y que no pasen por el filo del olvido, demostrando que no fueron nada que valiera la pena recordar, como el acto de compañía y música.
Es que acaso estamos aquí para eso, para estar en los momentos críticos, para apoyar cuando sea de extrema necesidad, para enclaustrarnos nuevamente cuando haya bajado el nivel y lo malo haya pasado, y que ya no seamos requeridos para hacer brotar una sonrisa o una lágrima de alegría de entre decepciones acumuladas.
Quizá algún día se sepa, quizá alguien tenga la respuesta, o quizá ya lo sabe pero cuesta hacerlo consciente y aceptarlo.
Todos somos iguales, no hay mejores ni peores, no hay gente especial, la normalidad se irriga entre la especie, irreverentemente nos absorbe, no podemos siquiera pretender diferenciarnos.
Pero no hay siquiera esperanza, por que la memoria es frágil. El día a día sin importancia aunque sea en momentos críticos, pasa a ser el olvido mientras el olvido deseado no aparece.
-Oliver Balteo
<[email protected]>
19 dic. 1999
4:00 pm
lugar: habitual
circunstancia: cuando el Ávila habló / luego de ver
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