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Sangre y Piel
Sangre y piel
la divertida contorsión de mis creencias
las mismas horas que huyeron
sin decir palabra
sin inventar excusas
mis cerillas mojadas
puedo inventar sin esfuerzo mil motivos para ser feliz
en mis bolsillos siempre hay espacio para alguien más
mi sangre impoluta
mi piel mordida por dientes que ignoran la risa
los sentimientos entumecidos del buceador
el taxidermista de almas condenadas que cierra mis ojos
como si ya hubiera muerto
como si pudiera morir
como si desaparecer fuera tan fácil.
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Con tus ojos que van y vienen
tras los pasos de aquellos que andaban
en la calle de tu casa,
y no encontraron ventanas abiertas
ni abuelos en la puerta.
Tus ojos no miraban a esos
hombres sin alma,
que preguntaban tu nombre;
solo seguiste y tu respiración
fue respuesta única;
¿no fui yo también con tu nombre
escondido en mis dudas?
¿no andaba yo también tras tus pasos
que no encuentran pronunciar lo que pierden?
Andaba yo igual en tu mirada,
con mis ropas blancas y el pecho abierto
era igual, solo vi tus puertas y ventanas,
y tu casa, de lejos, me pareció
un inmenso corazón latiendo de recuerdos,
y tu corazón no mas que alucinaciones.
No, yo no andaba de paseo por tu calle
fueron tu casa y tus pasos y tus ventanas
cerradas los que se atravesaron en mi camino
¿No lo has comprendido aún?
No fuimos invento,
sino pensamiento de una noche
que no tenía en ese momento
donde colocar sus deseos.
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Parece
Parece que no tengo ya cristales en los ojos.
Parece que transito sin desplazarme en cuerpo,
ya vencido, ya huidizo, como niño regañado.
La pestilencia de los espíritus diminutos
me provoca repugnancia.
Sólo quiero la mordedura rápida de la víbora,
sólo quiero alejarme del retorno y no ver
máscaras ni osamentas caminando sin rumbo.
Parece que no tengo ya las manos
para blasfemar fuerte
ni una lengua sórdida ni pies ni aura
Parece que no tengo ya cristales en los ojos.
Y sería tan hermoso acribillar a insultos
a una enana maldita o incrustarle espinas
venenosas en el rostro a un gobernante.
Qué placer lanzar un piano
a cualquiera calle sombrosa
y viajar dentro para oír la dulce melodía
del estrépito fatal.
Sin embargo, ya me canso
Sólo quiero ser aire en el aire
ser lirón empedernido, extenuado
de construir árboles y ríos inconfesables.
Sólo quiero piedras encajadas en los muros,
un lecho blando de agua tibia por los huesos,
un invierno renegado
y miles, miles de silencios.
Parece que no tengo ya cristales en los ojos.
Parece que escribo el canto y me lo guardo.
Parece que me da vueltas el mundo
en el estómago, sobre mi cabeza,
bajo mis pies, dentro y fuera de todo.
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Ss
Hoy me percate
que soy sombra
Siempre cerca de tí
Tan cerca que no me
percibes
Soy el dibujo de tu cuerpo
plasmado en el suelo
Y en la noche me visto
de gala, camuflaje oscuro
Despreciado por lo sublime
Me ignoras
El alma te envuelve
con sus besos etéreos
En el último suspiro
nos haremos uno
Pero a ti no te importará
Desapareceré en
el medio de tu quietud
Lágrimas muertas
serán mi único regalo para
tus restos
Te llenaré de tinieblas vacías y proyectaré
una sombra con forma de ataúd.
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Pasajero
Subes al impertérrito ferrocarril de la vida
y en cada estación te bajas
para dialogar con el hastío
y en cada túnel de la noche sueñas de prisa
porque
-aún en la oscuridad-
flotan pensamientos.
Al principio,
cuando querías devorarte el mundo
en un instante
no cerrabas los ojos en los túneles.
No lo hacías, por ese afán que abrigabas
de ser pasajero de todos los ferrocarriles
del universo.
Y descendías para conversar
con el guardavías de tu destino.
Mas, luego corrías presuroso hasta el andén.
Es que odiabas quedarte solo en la distancia,
mientras el tren de la vida iba en busca
de nuevas estaciones.
Ahora ya no desciendes de ese carro
de los recuerdos idos
porque no ignoras que tu lentitud en este instante
es abismante.
¿O será acaso que el ferrocarril corre más raudo?
Quizás.
Y por eso odias ahora ser pasajero
de cualquier tren
y temes a los túneles de cada noche
y sientes miedo de quedarte dormido
antes que emerja la máquina
desde tus tinieblas,
porque ahí sí escucharás
sólo el ruido isócrono e intolerable de los fierros.
En ese momento bajarás angustiado
en la estación de un pueblo desconocido
y verás desde el andén
-con impotencia senil-
alejarse para siempre
aquel ferrocarril repleto
de otros pasajeros presurosos.
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La Profundidad del Cielo
(recuerdos de una muerte exquisita)
¿Es acaso el cielo una especie de mar invertido
donde la muerte nos ahoga?
Floto en ese mar liviano
donde los horizontes se desvanecen.
El sol empieza a gotear sobre mí,
el arcoiris se desata
como pinceladas de un pintor demente
y una esencia de sal me invade
es el perfume del mar seduciendo
a una victima antes de la ejecución.
Una manada de canarios
escapa de mi boca robándome la voz
no puedo gritar...
Me rodea un ejercito de mariposas púrpuras
me hacen cosquillas hasta que mi alma brota
aullando desde mi pecho
como lava de un volcán en erupción lenta
y me río histérico sin mi voz...
entonces el cielo me ahoga de aire
y me asesina como a una burbuja:
con el leve esfuerzo de un suspiro.
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Puro Limbo
Desplomarse
por negligencia del ángel asignado
a este borde curvo
a este instante ya remoto
a este futuro sin
remedio.
Enredar mis huesos frágiles
en la caída
hasta conseguir ser forma sin forma
libros ilícitos
caricias tenues
tristes
latidos robados
al núcleo del hambre.
O desplegar todas mis voces
sin que se me entienda
y desatornillar los armazones insinceros
y roer la tierra de los parques públicos hasta roer ceniza.
Desplomarme
de nuevo de nuevo
para olvidar todas las frases confusas
que me fueron besadas
sin darme cuenta
en susurros
por rostros suaves que ya no existen
y sustituirlas por sueños
evidentes
engarzados
y por segundos vacíos
y por poemas inservibles.
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Hombre Pringamosa
es terrible ser gris
es terrible estar en el medio
no querer
tener que
crecer
madurar
convertirte en elefante
maestro del cinismo
deletrearse
y no reconocerte frente al espejo
yo quiero negarme
soy presa de frustraciones venenosas
y la deriva se vuelve desnudez tristeza
y una gran nada
recorrer las calles en vacio
en off
u dont want but you have too
ver a tus congeneres
y sentir una gran rabia
una gran lastima
por ti mismo
por el dolor y la ponzoña
por todas las mentiras en que creo
una gran lastima
por mi
por ti
por nosotros
por la extinta raza humana
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