Pájaros básicos sobre Maracaibo.
Se arrastran.
Se elevan.
Se alejan.
Cruzan.
Se pierden
en línea triangular.
Siluetas negras sobre Maracaibo.
Lascivas como las novias azabaches
que llegan desde el horno
atravesando mediodías en que el fuego
cruza los asfaltos y los aires,
se prende de la piel de los viajeros
y llena la brisa de desiertos.
(La hora del burro
devora pájaros y panes
y los vomita
en la cuadrada luna).
Ahora los pájaros se agrupan,
latiendo como extraños signos,
con su sueño de nieves y de escarchas
Maracaibo:
danzan como locos tus mendigos
agitando sus úlceras; subiendo
a los crepúsculos de pájaros
que no cesan
de cruzar el espectro de un lago
tendido sobre el otro con aprontes
de rocas muertas y de legna,
Ahora Maracaibo me atraviesa:
lanza caliente, aguda,
trino de buitre azul
bebiendo mis lunas tropicales.
Mis entrañas.
-Ricardo Iribarren
<[email protected]>