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Mi hermana

En el renacer de la tarde rostros transfigurados corrían por el agua después de la tormenta. Caminé tratando de sonreírle a alguien pero todos  esquivaban mi intención sin disimularlo, luego intente con las luces, con cada objeto extraño y desproporcionado buscando un distinto enlace hombre mundo, pero sólo un banquillo me mostró una Imagen de humillación similar.

Afirmándome y contradiciéndome pedí perdón por la dimensión de mi parcial ateísmo y aquella lujuria religiosa, recorrí cierto trecho y caí sobre el asfalto de la calle.

 Bastaba que moviera mis manos para que todos se rieran, no podía levantarme de aquel lugar, la visión me era muy borrosa, un diluvio de angustia y confusión me atemorizaba insistentemente, quería en ese preciso instante asesinar a un policía o ser asesinado por uno de ellos.Recordé a mis padres al finalizar la segunda botella, supe que tenía que regresar pero entretenido con mi soledad me abatí aun más. Entre mis pensamientos comencé a buscar un propósito pero todo estaba repleto de fracasos y frustraciones, me veía entre una efímera acción de transeúntes que se fundía irrazonadamente con rasgos paranormales, rodeado de largos espacios que se llenaban de proposiciones con sus extraños decorados.

John hacinado en las ruinas de su complejidad trajo la incesantes con sus crueles palabras, amigo en este sudor sin sentido, pero ahora puedo cerrar la puerta del pasado, el no está, se evaporó en el tiempo en que la noción perdí. En eso entonces en la calle, él era el guia mas agraciado por todos nosotros

Antes pensé dominar la escena, hasta que un martes al atardecer conocí a Marla. Ella me identifico, yo no sabía quien era, entonces me alegré, me regaló ese nombre que había abandonado mucho antes.

Una voz tenue brotó de sus entrañas y con dulce pronunciación me  arrastro hasta episodios extraños.

-¿Regresarás por ti mismo? - era tan pequeña y tan delgada pero muy hermosa. No supe que decirle pero traté de esconder mi asombro.

Rememoré colores tristes, un nudo se posesiono del aliento y en un fluir nervioso cerré los párpados.

 Antes -dijo con nostalgia, sin pronunciar nada más- ¿antes que? quise saber pero se había detenido como arrepintiéndose de que con lo que pudiera decir me afectara, pero ya yo estaba afectado.

Retirado de todo, y como en el mas grande de los desiertos quede, cuando vi que desaparecía, un mundo de bordes, un bullicio donde sólo lograba oír obscenidades, Violentamente recogí dos cartones y la chaqueta y caminé al sur donde todo en decadencia se multiplicaba. Irme siempre funcionaba, cuando me detenía alguien me alcanzaba por ello no debía desacelerar, por eso no detenia mi marcha.

Con el tiempo, amor fungi a las alucinaciones, en una danza de caretas que no eran mas que las miradas de reojos y quedaba de nuevo sin voz, cansado y,caminante me recluí en una parte de mi mente y deje de oír, de ver. Sólo sentí que alguien me golpeaba, pero resistido al dolor físico me libré del veneno de la ira.Eran adolecentes, sin escrúpulos pero no quería ser mas que eso.Un golpeado y los deje hacerlo sin resistencia.

La mañana siguiente no pude comparar el día con otro. No se si era mejor o peor y, en un parpadear una hojilla se presento, parecía un sueno de fortuna tanto idealizarla y se había materializado.Tristemente luego perdí la coordinación de la continuidad de los días, comencé a hacer muecas sin sentido, arremetí contra la gente hasta que algo, no sé cuando me detuvo.

Treinta y seis pasos conté desde una esquina. Allí observé un espejo y me vi, me hice muchas preguntas como cuál era el propósito de esta existencia. La realidad de la razón, tenía especial admiración por aquellos que creían en su circunstancia. Todo era como mi obsesión de enamorarme, que no me dejaba amar a una mujer real.

Repeticiones de sensaciones, la regresión ética y el secreto religioso ahondaron mi camino en un instante en que muchos se congregaron a mí alrededor.

Me referí a todos con vehemencia, di aliento a los desvalidos luego tire la puerta y prepare un cóctel de estrellas, de jardines para regresar al espacio encantado que había perdido, poco duraría, lo disfrute haciendo cosas que a todo el mundo le causaba asco.Fue el mas Claroscuro instante, violento absurdo, adorno el suspiro una mirada, llego en una corriente encendiendo  la facción consumidora que dice saberlo todo, entonces pensé en el futuro reconociendo el trauma y me reí de lo estúpido que resultaba mi infierno.

En reflejo portentoso, unas malditas cuantas paredes en el sitio más absurdo, lugar que nunca la esperaba.

-¡Hablo terminantemente en serio!-gritó, era Marla de nuevo, trajeada de gala uniforme con la burla en sus labios, para mi ella era la presentación al mundo idiota.-No crees que no es el momento-le reclame,y es que mi apariencia no me dejaba enfrentarla, sentía vergüenza de estar tan mal arreglado- En su boca vi la mas clara intención, con la mas determinadas de las actitudes para lograr algo,entonces con sensualidad prosiguió.

-¿Seguramente quieres saber porque te encuentras en peligro?- Baje la mirada, sensaciones nostálgicas me posesionaron dejándome salvajemente herido-Seguramente deseas saber que hicistes y el porque de ese cargo de conciencia que no te deja vivir?

-Rescátame -le rogué, en momentos determinados sentí fe, pero solo me servía para creer oír mandatos tales como recoger papeles del piso, cargar una inmensa cruz de palo sobre los hombros para dar por finalizados mis pecados,en resumen de cuentas creo que tenia que nacer,crecer,reproducirme si queria completar el ciclo. Lo otro que es?

Un espectro de luna alumbro mis ojos y al bajar la mirada observe a Marla aferrada a mis piernas, mi mente comenzó a luchar contra si misma mientras ella me impulsaba por el brazo entre los matorrales por una avenida agrietada, húmeda y fría, habia pisado la tortura que rememoraba mi vida sujetada a hechos tan difíciles del pasado.

Inmensa mansión de luces apagadas, de arbustos tan frondosos entre una penumbra nocturna que procreaban fantasmas escondidos en persianas polvorientas.Ella allí me había llevado,y ahora que me ponía en frente parecía regenerarse de su dolor.

El anciano que podaba era mi padre flaco y envejecido, nervioso y aspirando una pipa ya casi sin picadura, tras de el, mi madre sobre su hombro me observo.

-Enfrenta eso que te desvía de la realidad- clamo Marla cuando vio que les di la espalda a todos- Pero ya lo sabia todo cuando vi nuevas actitudes.

Entonces gritos surgieron de la garganta de mi padre, músculos enardecidos bañados por el sudor, recriminándome, llevándome al abismo más cercano con la palabra asesino.

Esta bien quiero que todos lo sepan, mate a Silvia, mi hermana, pero les pregunto como se le puede quitar la vida a alguien que no la tiene. Vivir no es hacer entonaciones extrañas,inflexiones inadecuadas,no tener ni siquiera la idea del deber de no desnudarse en publico, tamborilear con los dedos, estar apegado a trocitos de cemento. De repente su reflejo penetro por una ventana, como de costumbre trato con las flores en un planeta de no se como.Era visible a mi sensibilidad,y le hable en frente de todos acorralado por innumerables recuerdos.

-Mi niña, mi niña, mi hermosa niña tu la matastes y no sientes dolor- mi madre decía, y me cortaba la inspiración que me daba recordar, Marla me acariciaba, pero  ellos me incriminaban mas a medida de sus caricias, tiraban sobre mi juguetes y ropas infantiles, cruce la sala de la casa para librarme de aquel sentimiento de culpa pero me conseguía con sitios siempre por donde ella había pasado.Y me detuve, para despejarme en el rostro de nuevo a Marla.Recuerdo, conocí a Marla y de lo sublime me mostró ese estremecer para reconciliarme con Dios, la lleve en eterna promesa para convivir en la divina providencia, pero la agonía de Silvia me hacia vivir en el infierno. Marla se fue al segundo plano.

Quizás perdí la vida mucho antes y fue cuando algunas pasiones adoren, la maravilla de los nacimientos, el color de la tragedia ese amanecer de oscuros matices que a diferencia de todos solo yo podía ver, mis días de calle tenían diversidad de significados, interpretaciones de adorables desastres como solución.Y no dejaría que ella estuviese en perpetua probabilidad de brotar sin brotar.

-Marla!- buscando su atención, la llame. Al sacarle del fuego de su espíritu - el árbol aquel, lugar de encuentro quiero conducirte para contártelo todo - negándome toda posibilidad predije un fin.

Cuando creí estar suspendido algo se apodero de una nueva sonrisa, mis dedos se unía rápidamente mientras mis piernas chocaban.

-Sucedió- hable con descontrol, pero tenia que explicarlo todo estando ya allí, desnudar mi alma para que ella por última vez pudiera entrar. Fue amor, es mi amor y de verdad a mi mente había llegado por poco tiempo.

Fue cuando narre con sarcástica ira en contra del reino supuesto;

-Siempre la veía sentada,burlándose de los extremo,en su pacificación, en su desorden, extrañamente enfermaba y perdía la  coordinación, temía al verla inerte,flotante y sin poder respirar,sin apoyar, solo sostenida por el roce,ningún sonido, ninguna palabra la sacaban de su mundo aparte, estaba muerta para todos, viva en su seducción,ella era autista, comenzaba por sonreír, se sentaba, gateaba y andaba de espalda, si quería algo que no podía alcanzar me agarraba el dorso, yo se que parecía feliz pero no lo era porque finalmente volvía a aislarse.

-Bien juega con ella -me decía mi madre-y no me quedaba nada mas que llorar cuando se iba y nos abandonaba a nuestra suerte.

Sentía miedo y dolor, dulce y pequeña, desde mucho tiempo atrás comprendí su lenguaje, interprete como nadie cualquier rasgo.

Juntos nos sentábamos a ver el atardecer, entre mis brazos sentí sus palpitaciones un mundo interior de tanto silencio.

Me amaba pero el tiempo lloraba conmigo la desesperante cuenta regresiva, cualquier sonido que emitiera rememoraba mis ganas de conducirla al otro mundo, era una suplica gris y grotesca pero era la sed de su sueno, solo yo lo interpretaba. No pude ver mas allá de una esperanza se estaba consumando en mi mente aquel propósito de darle libertad, le negué la salvación para librarla del sufrimiento. Murió una tarde lluviosa, a mi lado, le vi convulsionar pero preferí no reportar el hecho,y expiro sin mas ni mas a mi frente, fue el momento en que acabo el juego.Vi el descanso en su demacrado rostro, una señal de agradecimiento y, se lo agradecí.

Marla se arrodillo, y en suplica silenciosa se que me transformo en un monstruo.

A lo lejos dos hombres extraños se acercaban caminando apresurados.

Supe entonces que me llamaba Marcos.

-Bien, vamos- me dijo uno de ellos, antes de colocarme una camisa de mangas cruzadas y encerrarme en un oscuro y desolado cuarto que rompió mi comunión con las reminiscencias.

Renuncie a mi vida de nuevo, era otra vez la confabulación del párpado para en cada abrir dar una cuerda. Don desentrenado que siempre quiere presumir una carcajada que  sobrevive a ese sorteo, a ese peregrinaje de la penumbra. El vacilante pasillo donde todo se quebró. Que importa ya, tengo a Silvia aun. Aquí esta su foto desvinculada, pequeña pero me cubre todo con su sonrisa, con su último rostro.