EL HORNO
El horno es un estuche, un vientre secreto
una madre mecánica que manejo con mis fuegos y mi apetencia
Lo obligo a encender sus paredes
lo gradúo
Le digo: abrasa a tu presa
quema su superficie
ablanda su centro
Le digo: trescientos grados... y su pasión obedece
Amante sólo amante suda fuegos y se deja
invadir por el aroma se deja
regar por los desbordes de aquello que quema.
No es un ángulo
ni se abisma en su centro como una esfera Es
sólo caja de calor
alma no circular cuyos ritmos determino.
El horno es una hechura
un preludio
una red, una trampa
el centro de la casa y de la farsa
Por él la saciedad, el olvido, el sueño, la
embriaguez Ronca el horno y no lo sabe apaga vigilias
y luces
quema la presa aniquila al comensal
Se fuga el animal, se hunde un diálogo en la noche
se entibian las razones el horno se enfría
quedan manchas, huellas de la cena
Los hombres recogen sus abrigos y un cuaderno ahí, una cosa...
Cae
melancólico el sopor.
Es el trabajo del horno impuesto a la fiesta el
rigor del horno
exacto regular
implacable adormidera mecánica
calidez
vientre de la casa
secreto de abuela de hierro y de rejillas.
La reja es otra cosa
y otra el dibujo de la reja
otra y más honda, secreta, es mi división
Y ese invitado, ¡fuera!
¡si no fuese por mis rejas,
la casa
el otro horno que aquí quema!
Febrero 14, 1982
ALMA
Cerca del peligro, plenamente disponible
-el alma
Entre corrientes, avanzando ciega
Colocada entre lo infernal y la quietud.
Hay una tempestad que arranca el tronco y lo arrastra
Hay una escisión en ascenso desde lo hondo
una marea, un hervor vuelve, regresa
allí para la paz
aquiétate
sé una sola mirada hundida en el ámbito la
mañana, lo claro del comienzo
o la fragua del día
Sé esta única unidad cotidiana
no lo separado
no lo marcado por la diferencia
LA NOCHE Y LA LUZ
La Noche se va haciendo en mí
profunda
revocable como una estación
La oscura esfera de lo oscuro
ha inundado mi ámbito
y se cierra como el beso de dos cúpulas
Ya yo no sé cuál es mi fondo Soy ahora
noche entera
Conservo palabras
pero hoy
ellas no son lo suficientemente diurnas no
pueden guiarme no son linterna
ni lamparita de media noche
Pienso en Delfos, debo recordar Delfos
cóncava
iluminada
abierta
Debo pensar en el espacio más luminoso del mundo
Delfos, lugar nocturno hecho luz
Es preciso
es preciso realizar de la Noche la Luz
Abril, 1982
ES KLINGT EIN LIED IN MIR
A Eugen Ossott
Los muertos son estrellas
profundas estrellas enclavadas corno
centros de luz
en el ámbito de la Noche que aparece en nosotros
-Dolorosa
Los muertos son fulgor de permanencia
la Tierra prolongándose infinita infinita en
la lejanía de un astro que desea y se mantiene
como un acto de amor acto entre estrella y
planeta altísima conjunción
acto entre hombre y estrella
Los muertos son puntos brillantes manchas de retención
entre el oscuro mar que habito,
alta y elevada guía cuyo reino es
la fe
el pacto intuitivo entre hombres y astros y el
sol, el centro que nunca sabremos pacto
indecible...
Los muertos son las dolorosas y solitarias
estrellas que no sabemos decir ya Raras,
extrañas
nos dicen diariamente
nos cuidan a destajo
guardianes de nosotros
mudos testigos
Los muertos son la fuente el origen
lo estelar ... la razón de una estrella
Son
la violencia a la más profunda mudez
ambos, muerto y estrella, son el ritmo la
propagación del canto ambos la única
música
Suena en mí este canto
Suena en mí esta elegía festiva
honda y altamente
inscrita en sangre piel alma ella me
abona y hace mi tierra
Los muertos son
estrellas.
Los grandes muertos
los perfectos heroicos puros inviolables
e intocables
son constelaciones
Más allá es lo impensable
Ningún hombre puede ser más que una constelación
Ningún hombre merece más que una corona
o un ramo entretejido de laureles
Los hombres muertos son estrellas anónimos
como estrellas imperturbables
haciendo lo que deben iluminar
desde su sacro exitoso fracaso
la honda oscuridad de ser irradiar estériles y
activos arder desde un centro de nada quemar
para que la noche sea visible
Desde aquí, desde mi casa veo mis muertos
plácidos en gira doméstica
En lo extranjero los veo meteoros
lanzados
fuera de quicio
He viajado, me he extraviado
siempre a la sombra de estrellas
a la sombra de mis muertos
vigilan en su fijeza en su continuidad son
el ejemplo
de la altísima armonía
debo seguirlos, debo seguir el compás el
contrapunto de su habla debo escuchar su
luz en mí
Ahora entiendo
sé de estrellas
sé de música y armonía
Me inicio.